"Después de que una persona es asfixiada, poder cortar cualquier parte de su cuerpo no es problema porque su cuerpo ya no tira sangre... la sangre deja de circular". La insólita entrevista discurre en medio de numerosos ejemplos de esta clase, que ilustran con gélida elocuencia lo que significa ser un sicario. El temario de las preguntas es por sí mismo tenebroso pero constituye una pequeña parte del amplio contexto en el que se inscriben las respuestas, duras, ostensibles, crudas, desapasionadas. El ambiente que se adivina en el cuarto de motel donde se desarrolla el encuentro, es claustrofóbico, apenas una cámara que mira con su lente el grueso palio que oculta un rostro ó los movimientos de unos dedos que esbozan escenas, situaciones o las posiciones de cuerpos reducidos a escombro; un micrófono que graba los registros de una voz torva, que sin afectación emocional expone la perspectiva sórdida del asesino. Por momentos, la entrevista escapa de las paredes y ventanas tapiadas, se pasea en medio de una frontera de guerra, en la tierra de nadie que es el paso de una frontera en llamas: las calles de Ciudad Juárez lucen desoladas, vacías, silenciosas, como un herido que tiene en suspenso la respiración, esperando el siguiente golpe de la muerte. Con todo y el minimalismo, Gianfranco Rosi logra un film-documental que impacta los filones subterráneos del "otro" México, ese mismo que no es noticia para las televisoras, el mismo que oculta el gobierno y todos los políticos, el mismo que estruja a ciudadanos inocentes en medio de una guerra irresponsable. Esto no es Holiwood, ni hay en el film artistas guapos, ni asesinos que visten a la última moda y siempre cuentan con un pretexto honorable para liquidar a los adversarios... Lo que sí abunda en esta cinta-documental es un realismo demoledor que erradica cualquier pretensión de justicia social: "No puedo asegurar que el presidente, pero todos los funcionarios abajo de él, políticos, polícias y militares, están comprados por el narco..."
Jorge Antonio Díaz Miranda
09 de febrero de 2011
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