La exageración es algo esperado en los medios masivos de televisión y sirve a propósitos de promoción comercial para grupos como la cervecería Modelo quien ve incrementada su plusvalía con el pretexto del etílico orgullo patrio. Desmedidos en su apología y los elogios los mass media promueven manifestaciones masivas de onanismo colectivo en que, al mejor estilo de barra bava argentina, la gente celebra como si se hubiese decidido el campeonato a favor de los once del vasco Javier Aguirre. Pero la mera verdad es que sin la mediación del mal oficio del arbitro la historia hubiese sido otra: un fuera de lugar que casi nadie vió y un penal que no era. En el balance final, quizá, México puso el esfuerzo ante unos Bleus dominados por el hastío y la bronca intena; y por ello merecia al menos no perder, pero la suerte cayó de éste lado y Hernández y Blanco le hicieron la travesura al equipo gallo. Es cierto que el tri subió la intensidad de su juego, cerr´r espacios, trasladó la pelota con mayor velocidad y que Gio fue un ariete de profundidad que desgastó a la zaga defensiva francesa. Sin embargo también se asomó el sello distintivo de la indecisión, el exceso de pases laterales, el regalo de miserables tarjeta, dos errores garrafales en jugada de táctica fija que lanzarón el balón a las tribunas y el ataque desbocado sin trazas de futbol asociación. Éste patrón de desaciertos sigue pesando como lastre y apenas fuimos un poco mejor que el decadente Voudevil francés. En última instancia, pues, no se ha decidido nada porque la combinación matemática de los juegos finales aún pueden deparar desagradables sorpresas si México pierde y francia o los bafana bafana ganan por goleada. Ahora más que nunca Uruguay y México -punteros- deverán de salir a matar o morir sin especular ni esperar resultados. Hasta el momento la sombra del empáte técnico se mantiene y eso es presión adicional para las últimas definiciones. Argentina se acerca y las peores pesadillas también con ese juego de los once de Aguirre que no es juego de conjunto, y en el que la suerte puede ser o no determinante ante un Maradona que va adquiriendo mayor confianza.
viernes, junio 18, 2010
FRANCIA VS MÉXICO. EL TRIUNFO LO OBSEQUIÓ EL ARBITRO
La exageración es algo esperado en los medios masivos de televisión y sirve a propósitos de promoción comercial para grupos como la cervecería Modelo quien ve incrementada su plusvalía con el pretexto del etílico orgullo patrio. Desmedidos en su apología y los elogios los mass media promueven manifestaciones masivas de onanismo colectivo en que, al mejor estilo de barra bava argentina, la gente celebra como si se hubiese decidido el campeonato a favor de los once del vasco Javier Aguirre. Pero la mera verdad es que sin la mediación del mal oficio del arbitro la historia hubiese sido otra: un fuera de lugar que casi nadie vió y un penal que no era. En el balance final, quizá, México puso el esfuerzo ante unos Bleus dominados por el hastío y la bronca intena; y por ello merecia al menos no perder, pero la suerte cayó de éste lado y Hernández y Blanco le hicieron la travesura al equipo gallo. Es cierto que el tri subió la intensidad de su juego, cerr´r espacios, trasladó la pelota con mayor velocidad y que Gio fue un ariete de profundidad que desgastó a la zaga defensiva francesa. Sin embargo también se asomó el sello distintivo de la indecisión, el exceso de pases laterales, el regalo de miserables tarjeta, dos errores garrafales en jugada de táctica fija que lanzarón el balón a las tribunas y el ataque desbocado sin trazas de futbol asociación. Éste patrón de desaciertos sigue pesando como lastre y apenas fuimos un poco mejor que el decadente Voudevil francés. En última instancia, pues, no se ha decidido nada porque la combinación matemática de los juegos finales aún pueden deparar desagradables sorpresas si México pierde y francia o los bafana bafana ganan por goleada. Ahora más que nunca Uruguay y México -punteros- deverán de salir a matar o morir sin especular ni esperar resultados. Hasta el momento la sombra del empáte técnico se mantiene y eso es presión adicional para las últimas definiciones. Argentina se acerca y las peores pesadillas también con ese juego de los once de Aguirre que no es juego de conjunto, y en el que la suerte puede ser o no determinante ante un Maradona que va adquiriendo mayor confianza.
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