miércoles, junio 16, 2010

EL MUNDIAL DE LA HAMBRUNA Y LA SED

En la cresta de la ola ahora están montados Alemania y Uruguay. La mayoría de las selecciones están ubicados por consentimiento propio en la sombras de la falta de gol y la carencia de creatividad, desde la complacencia y la conformidad. Argentina no convence, Inglaterra está desesperada, Portugal se asoma peligrosamente a la inoperancia, Brasil gana con una flojera indigna, Holanda parece con la brújula sin calibración, Italia padece de anemia y bipolaridad, el nuevo y decadente cabaret de L' France sufre una metástasis crónica que lo paraliza de medio campo hacia arriba con unos abuelitos cachondos de gesto aburrido, España se prepara para la debacle deportiva que mermará aún más los ánimos de la gente de su país quienes ya sienten los filos del desastre económico, Grecia está en llamas, los países africanos siguen fieles a la línea de comenzar bien los primeros partidos y luego en los segundos hundirse en la arcilla con gesto de reyes tribales...la sorpresa son los equipos de oriente Japón y las dos coreas que ganando (Japón y corea del Sur) o perdiendo (Corea del Norte), muestran una extraña animosidad guerrera. Eslovenia juega y se mueve con seguridad, gana su partido. Chile avanza con Marcelo Bielsa en la perspectiva de un futbol que irá mejorando a la ofensiva. Holanda aprieta y anota, arriesgando, penetrando, acosando y desbordando endebles defensas.


Con todo es de mencionarque la mayoría de los partidos se han llevado a cabo ritmo soso, ralentizado, predecible, deslucido, con esquemas defensivos mezquinos y escases de reflexión e inteligencia.

El triunfo de éste día de la selección uruguaya ha metido presión a México y Francia, quienes ahora estarán obligados a ganar su partido de mañana si pretender seriamente llegar más allá de la primera ronda...la especulación y la reserva ya no sirve de nada, ahora es matar o morir pues el escenario peor se ha presentado para las dos tristes celebridades infladas por la TV y el bisnes de la FIFA.

Jorge Antonio Díaz Miranda.

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