lunes, noviembre 02, 2009

PRIMERO SUEÑO. ESPECULACIONES ONIRICAS.

By Jorge Antonio Díaz Miranda

Desde el punto de vista de su contenido simbólico, el sueño no se sale del patrón de vida del sujeto. De hecho, reproduce –aunque de forma azarosa- las cualidades distintivas[1] afectivo-emocionales de la personalidad del sujeto, aunque configurados de distinta manera. La configuración que se presenta en el sueño no se repite nunca, sin embargo, conserva las coordenadas de sentido make in self. ¿Pero qué son las coordenadas de sentido?, la observación directa que nos brinda la casuística, y aquellas de orden fenomenológico que nos ofrecen tanto la literatura como la prensa psicológica especializada, ponen de relieve al menos tres tipos psinérgicos[2]: intencional, comparativo y de predisposición a la acción. La raíz que está en la base de estas coordenadas, es la organización del entorno a partir de la perspectiva del sujeto, lo cual los articula y complementa. Dicha centralidad auto constructiva dista mucho de ser un territorio inclusivo donde dos realidades mentales pueden coexistir como lo supone la sociología; de hecho su fuerte movilidad afectiva está impregnada totalmente de auto conceptos y creencias, a partir de las cuales el sujeto define quien es él y que hará en concordancia con ese creer ser.

En este contexto, el factor determinante que reproduce el patrón de vida del sujeto dentro del sueño, es totalmente psicológico, es decir, autogenerado desde una realidad interna. La significación atributiva de esa realidad interna tiene que ver con la historia personal y las experiencias en las que el sujeto ha puesto a prueba expectativas, conocimientos y deseos.

En este modelo de condensación onírico-afectiva, es central la noción de ontosinergia[3], es decir, la energía intencional-afectiva que asegura la sobrevivencia psíquica del sujeto como unidad multifuncional, desde una especial visión del mundo. Ligado a esta noción fundamental está la noción de autogeneración multidimensional, la cual se refiere al proceso de generación del contexto en la que un conjunto de hechos será contrastado o refutado. La autogeneración multidimensional no se realiza en tiempo determinado, o a través de una sola estructura fija, ya que su cualidad más importante es la plasticidad re configurativa. Un buen ejemplo de la autogeneración multidimensional es el sueño, pues se trata de una configuración plástica que se mueve con energía intencional-afectiva y que puede emplear diversas formas de significación para un mismo sentido o patrón de vida.

Des universalización simbólica. Si bien la estructura simbólica puede generalizarse dentro de un grupo que comparte un horizonte cultural, la autoconstrucción simbólica es individualizada y puede salirse de cualquier convención simbólica, tácita o explícita. La diferencia entre una representación compartida y una representación individualizada es su estructura. En el caso de la primera hay una estructura formal a través de la cual se puede identificar un tipo de cultura e historia social. En el caso de la segunda no hay una estructura formal ausente que puede utilizar símbolos universales dentro de un sentido distinto: la formulación que deriva de esto último para una definición del sueño sería lo q ue parece ser, que no es, pero es otra cosa.

Mecanismos de condensación o aglutinamiento simbólico.

Desplazamiento,

Inversión,

Proyección,

Idealización,

Defensa,

Ocultamiento,

Exageración,

Sustitución,

Disociación,

Fragmentación,

Negación,

Mistificación.


[1] En el sentido en que Thomas Nagel y Daniel Dennet emplean la noción Qualia, es decir como contenido subjetivo de la conducta.

[2] Neologismo que describe como la personalidad del sujeto se moviliza a través de energía afectiva para proyectarse a la conducta.

[3] Neologismo con el pretendemos describir la forma en que una visión personal del mundo (onto-logos) se moviliza a través de energía afectiva para proyectarse en la conducta.

1 comentario:

  1. marina julia (soñar...morir..soñar...)noviembre 03, 2009 12:50 p.m.

    ...SOÑÉ QUE SUBÍA UNA MONTAÑA ALTÍSIMA, EN CIMA DE LA CUAL ESTABA UNA MUJER MORENA, DE LABIOS AZULES, CON UN CUERPO MUY DIMINUTO COMO EL DE UNA NIÑA PEQUEÑA Y EL CUERPO LISIADO. ELLA ME ESPERABA CON UNA SONRISA ESTUPENDA, LOS BRASOS ABIERTOS Y ME OTORGABA CON SU MIRADA, TODO EL AMOR Y LA COMPRENSIÓN QUE BUSCABA Y ANHELABA EN MI SUEÑO AGITADO. YO TRATABA DE EXPLICARLE A ESTA MUJER-NIÑA EL PORQUÉ HABÍA SUBIDO CON TANTO ESFUERZO AQUELLA MONTAÑA... (A DECIR VERDAD, DESCONOZCO LO QUE ANHELABA), PERO ELLA NO ME PERMITÍA HABLAR, SÓLO ME DABA EL CONSUELO MÁS DULCE QUE NUNCA HE SIQUIERA SOÑADO.
    VAYA SUEÑO EL MÍO...PERO NO TENGO, (NI BUSCO) UNA EXPLICACIÓN AMBIGUA, COMPLICADA E INÚTIL COMO LA TUYA...SIN EMBARGO IMPORTA POCO LO QUE YO PIENSE DE LO QUE ESCRIBES, LO MÁS TRASCENDENTE ES QUE ME DISTE, JUSTO HOY, EL MOTIVO PERTINENTE PARA RELATAR MI SUEÑO, QUE DE OTRA FORMA SE HABRÍA DISIPADO Y SE HABRÍA DESVANECIDO CON EL TIEMPO.
    TAL VEZ SEA ESTA (LA DE SOÑAR) UNA DE LAS RAZONES POR LA CUAL LA MENTE SE LAS ARREGLA PARA NO SUCUMBIR ANTE LA PERVERSIDAD, Y NINGÚN BESO PROFUNDO O SUPERFICIAL PUEDEN SUSTITUIR LA DULZURA Y LA MIRADA DE UNA VISIÓN ONÍRICA Y PERMANENTE.

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