BY JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
2008
Un día perfecto de 2004. El programa se llama Porta a Porta y de acuerdo a algunas fuentes posee la mayor audiencia de la televisión italiana. Bruno Vespa es su conductor y este día intenta ser lo más serio y solemne posible. Detrás de él una pantalla gigante que al iniciar el programa anuncia con chillantes letras rojas, "Ejecutado uno de los prisioneros italianos en Irak". Ha iniciado el show de los desagravios públicos en el muro virtual de lamentaciones simuladas. Con la rapidez de un programa de concursos y el lenguaje insulso adjunto, el shot de las cámaras se dirige hacia una estructura en forma de plato donde se haya instalado un panel de comentaristas. Ahí está Franco Frattini - ministro de Asuntos Exteriores de Berlusconi-, numerosos especialistas sobre Medio Oriente y los familiares de uno de los guardaespaldas secuestrados por las huestes de Sader. Una hora antes la cadena noticiosa Al Jazeera, الجزيرة نت , confirmó la muerte de un ciudadano italiano. Después de un extenso corte de 3 minutos con más de 30 comerciales de productos horario triple A, vuelve la imagen del logo del programa Porta a Porta con música melosa easy listenning. A foco el rostro del ministro Frattini que por fin suelta el nombre del ejecutado: Fabrizio Quattrocchi, empleado de uno de los grupos de seguridad privada que proliferan en Irak, con el mismo ritmo con el que las tropas de ocupación estadounidenses van perdiendo el control de la vida cotidiana, gracias al descomunal desmadre que su ignorancia introduce día con día. Ninguno de los familiares presentes estaba ligado al caído. Sin embargo el Ministro se adelanta a todo y les presenta anticipadas condolencias e informa sin tacto alguno que dentro de 48 horas las ejecuciones continuaran. Contrito y con gesto de pedir perdón el ministro se levanta para irse, todo mundo le felicita, le aplaude, le reconoce su valentía (¿?) por dar la cara. Y todo mundo se olvida de recordarle al honorable ministro que ese guardaespaldas tuvo que buscar trabajo en el Irak de posguerra, el sitio más peligroso del mundo, porque su jefe Il Cavalieri Berlusconi introdujo ajustes económicos estructurales que dejó a miles de personas sin empleo en Italia, incluyendo al asesinado Quattrocchi.
En nombre de la familia. La recurrencia obstinada y obsesiva hacia los valores fundamentales y la familia, es un sello característico de la Administración de George W. Bush... En nombre de la familia se cierran programas sociales de asistencia médica, alimenticia, financiera. En nombre de la familia reinan las grandes corporaciones. En nombre de la familia se expande Sillicon Valey. En nombre de la familia se inicia la guerra contra el terror. En nombre de la familia se cancelan los derechos humanos y se instala el terror de los soplones. En nombre de la familia se experimenta una superbomba MOAB (Munición de golpe de aire masivo), a la que Donald Rumsfeld denomina "La madre de todas las bombas". En nombre de la familia se destruye la infraestructura de Afganistán e Irak. En nombre de la familia existe Guantánamo y Abu Grhaib. En nombre de la familia se hacen grandes negocios con el clan Bin Laden de Arabia Saudita. En los Estados Unidos de Norteamérica, Todas las acciones emprendidas por el gobierno, en nombre de la familia, no tienen nada que ver con la existencia real de esta o con sus problemas, su erosión gradual, su abandono y su escandalosa desaparición.
La Ciudad Eterna de Babel. Roma nunca duerme. La noche es intensa e híper lumínica. Si bien puede parecer por momentos "hundida en el sopor de la noche", su sueño es artificial como inducido por un potente sedante. Y ello es tributario de las muchas sirenas policiales que se mueven de prisa por sus gastadas arterias, sobre todo en aquellas que desembocan sobre la Piazza Vittorio. Aunque las calles de Roma se ajustan a los cánones urbanos modernos - con trazados formulados desde la ingeniería urbanística planificada, con seguridad y dinamismo - algunos edificios siguen testimoniando desde su señorial silencio el esplendor de un pasado que no se va de esta tierra bendecida. Ahí está la cúspide piramidal del campanario de Santa María Maggiori. Pero hay algo en el horizonte arquitectónico romano que no es acorde con sus edificios medievales o del renacimiento, los nuevos conjuntos habitacionales de interés social que se apiñan en las partes industriales, arrabales y márgenes donde no acaba por llegar la realidad del progreso. La ciudad eterna se levanta cada mañana con el rostro descompuesto de un herido Frankenstein que ostenta en su cuerpo más repuestos artificiales que partes originales. El lifting que provee la renovación urbana no ha logrado curar al monstruo de su exceso de basura, sus cloacas saturadas y la invasión de ratas enormes que amenazan a la ciudad imperial con una nueva epidemia de tifus. Roma es hoy un laberinto de "calles innaturales y muertas", rodeadas por "árboles que tienen frío", donde reina "un silencio que la oscuridad transforma en algo ilimitado", de avenidas pululadas por "fantasmas rápidos y mudos".
Divorcio a la italiana. En la mañana del 21 de noviembre de 2008, Italia despierta conmocionada por la noticia del asesinato violento de toda una familia de cinco personas. El autor del crimen múltiple fue el padre de familia Alessandro Mariacci de 43 años de edad, quien después del atentado se suicidó. Todos los demás miembros de la familia, que incluían tres menores de 3, 6 y 9 años de edad y la madre de la misma edad que el padre, recibieron un disparo en la cabeza. De acuerdo con los testimonios de vecinos se trataba de una "familia modelo" encabezada por "un hombre de gran equilibrio, un tipo radiante".
El panegírico sitiado en la tela de araña. Incluso en estos temibles tiempos de crisis la mafia tiene un crecimiento anual sostenido de más de un 8%. Al igual que el sistema empresarial de cada país, las cuatro grandes mafias italianas 'Ndrangheta (de Calabria), Camorra (de Campania), Cosa Nostra (Sicilia) y Sacra Corona Unita (Apulia), "se subdividen en pequeñas y medias empresas, autónomas entre ellas, pero con un mismo modelo jerárquico", de acuerdo con algunos estudios de la asociación empresarial Confesercenti. La misma fuente sitúa las ganancias de la mafia en alrededor de 130 mil millones de dólares anuales provenientes de actividades tales como tráfico de drogas, armas, humano -desde el África subsahariana o Europa del Este-, negocios inmobiliarios, restaurantes, discoteques, usura, prostitución, secuestro, asalto y extorsión. En los últimos lustros la mafia tiene en su haber el asesinato de varios magistrados que han condenado a algunos de sus líderes, cientos de agentes y policías. Es tan largo el brazo del crimen organizado, que se ha infiltrado hasta los entresijos de una sociedad golpeada recurrentemente por la especulación inflacionaria, el desempleo y los ajustes anticíclicos de una larga crisis financiera que ya logró permanecer en su fase aguda por lo menos tres lustros. Gian Carlo Caselli, Procurador General de Turín y ex fiscal de Palermo, señala que las mafias han hecho súbditos a los ciudadanos italianos, por su poder intimidatorio, globalizador y expansivo. Pese a la fama de ser el único país que combate las asociaciones delictuosas, cuna de la antimafia según reza el último título ditirámbico, Italia se debate, como otros países con similares problemas, en las contradicciones de un sistema judicial que no puede con las dimensiones del fenómeno. De hecho el procurador Caselli reconoce que, golpear los centros financieros de la mafia es golpear al mismo tiempo una red de políticos, empresarios, funcionarios y policías que conforman los "cinturones de protección”, los cuales “constituyen la espina dorsal del crimen organizado".
Viñetas romanas uno. El amor nunca coincide ni con la realidad ni con la historia. A la edad de cuarenta años cuando se impone la confrontación del próximo envejecimiento la vida gira 180° y se sale de órbita, de tal suerte que todo queda desalojado del ritual de lo habitual. Se inaugura el rincón de los cuestionamientos y de la incertidumbre, las preguntas existenciales se hacen cada vez más incisivas y chocantes. No olvidar que justo a esa edad las primeras manifestaciones de deterioro fisico entran pisando fuerte con una amplia gama variopinta de bochornos humillantes. Emerge desde el humo la nostalgia por una pasado gris que de golpe se vuelve esplendoroso, precisamente porque ya no volverá. Antonio se pasa las noches cerca de la nueva casa de su ex mujer. Ahí donde él no tiene cabida, crecen sus hijos criados por su madre y la infaltable nona. Ella decidió irse un buen día sin explicaciones, ni disculpas, harta de doce años de amor convencional y hostias matrimoniales de sexo reproductivo. Harta de cientos de obligaciones conseguidas con tan sólo el argumento de artificiosos mandatos legales, desligados de la voluntad y de la motivación. Emma, su ex, es una mujer de estro, hembra alfa de indiscutible liderazgo. Con los años, Emma, "iba calentando con el fuego humano/ de los celos/", para luego incitarlo a la cama y decirle en el paréntesis post furoris "sólo vales un poco más que nada". Eran los versos despiadados de una canción de época que Emma había aprendido sin otra intención que comunicar a su marido el clima menguante de su madura relación. "Eres una maldita. Yo te maldigo furcia perjura, y lamentarás por siempre lo que le hiciste a nuestra familia y al hombre al que juraste amar hasta que la muerte os separara". Ese es el contenido de la voz que susurra en el interior de Antonio. Los tonos apagados de esa voz sibilante, por momentos le parecen a Antonio como un montón de cristales rompiéndose, como su propio corazón estallando, como un sordo amontonamiento de sensaciones embotadas, como un dolor agudo que golpea su cabeza, "como vómito asfixiante, diarrea imparable y colapso". Pero todo el odio que emanaba de su torturado corazón declinaba una y otra vez por el deseo desesperado de volver al punto en que la relación con Emma aún poseía un frágil vínculo, de tolerancia y convención. El calor de los brazos de Emma y el ruido de los niños en la casa era miles de veces preferible al infierno del insomnio, la espera interminable dentro del coche y el frío de la madrugada que se clava en el cuerpo como una legión de dagas.
La semiótica de las imágenes desde Ferzan Ozpetek. El director turco Ozpetek ha concentrado dos aspectos de la novela Un Giorno Perfetto para su versión cinematográfica (2008), la violencia y el cinismo. La violencia que atenta contra todo intento de emancipación masculina por parte de mujeres que viven el matrimonio en los límites del desamor. El cinismo masculino que detenta el "no pasa nada" como credo ideológico, el fracaso como estigma y el acoso como reafirmación de hueco dominio. Las caracterizaciones de Valerio Mastandrea como el guardaespaldas Antonio Buonocore y Valerio Binasco como Elio Fioravanti configuran una línea de duras transiciones psicológicas que muestran la desestabilización emocional, el extravío de lo posible, la evasión hacia el pasado y la sociopatia de simular firmeza cuando por dentro están totalmente reventados. La antípoda argumental y victimizada, de acuerdo con la versión que nos ofrece Ozpetek está conformada por Isabella Ferrari como Emma y Nicole Grimaudo como Maja. De este lado, el duro trabajo de la crianza y la obligación de mantener cohesionado el vínculo familiar aún con la ausencia simbólica o real del padre, provoca que la personalidad de estas mujeres sea tan desesperanzada. Y es que, el contraste paralelo entre esta especie de enfrentamiento entre géneros se desarrolla desde la casi infinidad de recursos con los que ellos cuentan y el sometimiento consecuente de ellas desde la sujeción de una indigna dependencia. La velocidad de Flash Back en que se van sucediendo las escenas muestran un logrado efecto de historia negra que explora los filones subterráneos del poder desde la soledad, la falta de sentido, la desintegración-demolición de la familia y el impulso criminal para torcer la realidad atropellando la vida de otros.
Viñetas romanas dos. El ágape de la rutina acumula desencanto en el seno del amor, volviéndolo hastío, volviéndolo desamor. Elio Fioravanti está acostado en una cama aparte, atormentado por alas tenebrosas que se le enredan en sus agitados sueños. Se mira desde fuera en el palio de una tragedia que se mueve hacia él silenciosamente. Para los hombre de poder como el abogado Fioravanti, la ausencia de poder es la derrota y la muerte definitiva dentro del círculo de intrigas y conspiraciones en que se mueven. Ese es el núcleo de los miedos del viejo político. Elio ha sido el self made men en un entramado de sospechas, el político-institución producto del trasiego de influencias y la congestión controlada de complicidades. No está en su esfera de interés las recaídas de su hija en esa neumonía que crece en sus tierno pulmones como una peligrosa hidra. Tampoco le interesa la paternidad ni las vulgares operaciones de alimentar, asear o consolar a su pequeña hija cuando estalla en llanto. Deja en manos de Maja, su joven esposa, las acciones de ajuste vital. Para no ser molestado con la cháchara insulsa que producen las mujeres al despertar forzadamente, duerme en una cama separada. Elio vive sólo para su carrera política no para lo marginal, es decir, el matrimonio y la paternidad. En los últimos años, desde el nacimiento de su hija, Maja duerme con una expresión de fastidio y profundo cansancio. Como no puede seguir durmiendo, Elio se levanta de su cama y se acerca al lecho de su esposa. Se acuesta junto a ella y a tientas va descubriendo su cuerpo aún joven debajo de un camisón trasparente. Elio vuelve siente la tersa superficie de la piel de su esposa, el intenso olor de que emana de su vagina, la humedad de sus hendiduras, la amplitud de sus ampulosas nalgas con su provocativa curvatura que recuerda la forma de una mandolina. Elio toca de prisa, con ansia, sin tacto, como embotado y su sangre se agita. Se monta en ella y la penetra profundamente sin aviso. Maja no se mueve. Ella sigue durmiendo aunque en sueños presiente que algo pasa. El abogado Fioravanti se mueve más rápido con el vaivén violento de un macho que siente urgencia por correrse. Con el alboroto desagradable a sus espaldas Maja despierta y protesta por la interrupción de su descanso. Pronto se da cuenta del atrevimiento de su marido por el ardor que siente adentro y la pegajosa sustancia que se le escurre por las piernas. Es un hecho real el asalto sexual de s marido sin tomar en cuenta su consentimiento. Increpa a Elío por su osadía. Le hecha en cara su falta ante la urgencia médica que requirió su hija. Fioravanti no dice nada, sólo mira desconcertado el desagrado de ella. Apenas esboza una disculpa y se da vuelta. Maja declara que no se siente bien, que todo le da vuelta, que siente mucha opresión en la boca del estómago... Desde el cuarto Elío escucha los ruidos que produce su esposa al vomitar. Se acerca y abre la puerta del baño, encuentra a Maja postrada sobre la tasa depositando sus jugos gástricos.
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