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En la imágen el delantero francés Thierry Henry, jugador número doce de Italia que contribuyó con su autogol al discreto triunfo de la selección azurri.
EUROCOPA 2008: LA RESURRECCIÓN AZURRA
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
2008
El milagro de la resurrección de la carne le tocó a Italia que después de su empate con Rumanía se instalo voluntariamente en el terreno de lo imposible, para volver de las sombras y ganarle a un equipo de senectos que dice representar a Francia. Sin embargo no es que Italia haya sido mejor desde un punto de vista táctico o técnico, lo que se impuso al final fue el oficio y la garra y el hecho de que Francia estaba derrotada desde antes cuando padeció a manos de una imponente Holanda la humillante derrota de 4-1. La selección azurra vive para contarlo gracias a Buffon que los salvó de la eliminación prematura ante los rumanos. Buffon, el gran portero a la altura de Dino Zoff, atajó los pocos obuses que Francia logró conectar, además el penalty cobrado impecablemente por Pirlo en el primer cuarto del partido para cerrar con un autogol de Henry, pone de manifiesto que el equipo de Donadoni corrió con mucha suerte y nada más. Porque el desempeño del equipo italiano sigue siendo pobre, impreciso, descoordinado, falto de variantes, con rupturas entre las líneas, desorden y transiciones lentas, predecibles. Les sigues faltando Cannavaro lo que hace evidente la dependencia, la falta de ideas y determinación del conjunto. Lejos de esa idea de conjunto que Marcelo Lippi supo imprimir durante el mundial de Alemania 2006, no sólo en un plano técnico sino además como actitud y decisión, la Italia de la Eurocopa 2008 se diluye en un mar de individualidades, cada una de las cuales, aporta gasolina al fuego de su hoguera y hace tres o más veces díficil la resolución de un partido. Por supuesto que Italia en cuartos de final tendrá otro rostro, quizá más aguerrido y osado, donde la experiencia de mil batallas de Zambrotta, Di Rosi, Perrota, etc, sería algo asi como un último recurso desesperado para imponer mejores condiciones y facilitar la fluidez de su juego. En cuartos de final se medirá contra España y es seguro que Italia saldrá adelante porque los españoles a parte de poseer los mismos problemas de la selección italiana tiene varios más: falta de carácter, fallo sistemático ante situaciones de presión, demasiada individualidad, vedettismo, entre otros. El marcador favorable a Italia será de 2-1 o o de 3-2, pero no pasará de ese intervalo. Los penales es algo que puede llegar como una plausible aunque remota posibilidad, pero, sea como sea, el resultado final será a favor de Italia. La virtud de la selección italiana reside en la suerte, pues aunque juegue a no jugar tiene a Buffon para salvarlos del enchastre. Los once de Donadoni han hecho hasta lo imposible por multiplicar los panes de su raquítica despensa y les ha salido bien, pero aún esperan el llamado final para desencadenar la tempestad azul y alzarse de sus aún ardientes cenizas de campeón mundial. Eso esta bien, eso es digno de un campeón, eso está a la altura de su historia y de su público al cual, a pesar de la calificación conseguida le siguen debiendo mucho. Así es, morir dignamente en el campo de batalla es lo único que queda pues dudo mucho que los italianos lleguen a coronarse.
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