DOS OPUS AFINES
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
(MÉXICO, JULIO DE 2007)
BEASTYBOYSTHEINSOUNDWAYOUT¡
En la carrera de Beasty Boys THEINSOUNDWAYOUT¡ (GrandRoyal, 1996) es insólito, el beat instrumental resuena como la transición de rutas sonoras inéditas, y no por la innovación sino más bien por su visión retro, y en 1996 este regreso debió de haber parecido anacrónico y fuera de lugar. Sin embargo habrá que recordar que la mayoría de las canciones que se reúnen en este álbum provienen de trabajos anteriores, y funcionaron en estos como separatas instrumentales para dar un respiro al oído y aligerarlo un poco de la crudeza política del rap y el hip hop. Curiosamente la antología de temas instrumentales se editó en exclusiva para Holanda y de ahí se diseminó a Europa occidental y llegó finalmente a Estados Unidos. Pero había alguien que renovó la visión de los chicos bestiales y flexibilizó la ruta de su tortuoso itinerario, me refiero a Mark Ramos Nishita llamado Money Mark. Money Mark es un virtuoso multiinstrumentista, diseñador de ritmos y atmósferas donde la tecnología de las cajas de ritmo, los amplificadores, las distorsiones, fuzz y loops, las tornamesas y los sonidos procesados por ordenadores más los sintetizadores amplían el espectro de las posibilidades de la guitarra eléctrica, el bajo, los instrumentos de viento y las percusiones. A Mario Caldato debemos el otro aporte, la precisión, la mezcla sobria, la consonancia y la armonía. Eric Bobo es el adalid de las percusiones sincopadas, definitivamente funkies, llenas de sentimiento, swing, tempo y color. Finalmente Eugene Gore con su violín prodigioso introduce la sutileza, el glamour y la elegancia que redondean el concepto que transversa las 13 composiciones instrumentales. Estas posibilidades novedosas se funden con el estilo Beasty y deviene en freejaz, lounge, surf y worldmusic. Sin Embargo el rock persiste como el marco de engaste y el hip se libera para diversificar su expresión.
3MFPORN
Segundo en la carrera de 3 Mother Funkers, este opus de 2007 (Entretenium) intitulado Porn es uno de los mejores viajes hacia el erotismo explícito del siglo XXI, retro, moderno, posmodernos y emotivo. Diez canciones que no se cansan de incitar, de provocar, de evocar visiones eróticas, por mediación del jazz, jazz rock y funk de la vieja escuela a la George Clinton, y la agudeza de la guitarra eléctrica con notas amplificadas según el canon estilístico del blues de Chicago. Pese a estas identidades los sonidos resultantes son de babel, pero lo que verbalmente es confuso, en el terreno de la música es directo y transparente, el lounge de la vida es explosión y vértigo, luz y agonía, orgasmo y éxtasis. La diferencia que contrapone la libertad del libertinaje es cuestión de doble moral porque uno llega a la cita del amor con esta música dispuesto a hacer y dejar hacer, a dar y a recibir... El peplum sonoro se desliza pues sin contratiempo y la contundencia de las composiciones es incuestionable. El tránsito de las canciones es fluido y a veces espeso, y a veces indistinguible, los efectos son desmesurados por las imágenes que evocan, el orden es trocado en polvo y todo se ensancha en el único territorio animal que aun queda en la mente de los hombres, es decir, las pasiones. Es inevitable, el goce se impone y funda su predominio, al escuchar y poner atención nos impregnamos de humedad con esta música seminal y sublime. El swinging se desborda por los escarceos y las liviandades, los cuerpos se vacían en un acelerado palpitar de sexos., es MDMA, LSD, anfetaminas y crack sonoros: con esta música la carne danza al borde de sus posibilidades y el alma se barrunta de hybris. Tiene swing este mood retro, su estructura es sajona pero coquetea con descaro con el jazz mood de los negros, el feeling a lo griot y los ritmos antillanos; nada mejor podría esperarse de sujetos que conviven diariamente en urbes cosmopolitas. Pero lo mejor es la mezcla equilibrada de las épocas que se dan cita, el aliviane de los 60`s, la dureza, la ternura y la depresión de los 70´s, la artificialidad de los 80`s, la crudeza y el escape de los 90`s y la prisa disolutiva del siglo XXI.
En la carrera de Beasty Boys THEINSOUNDWAYOUT¡ (GrandRoyal, 1996) es insólito, el beat instrumental resuena como la transición de rutas sonoras inéditas, y no por la innovación sino más bien por su visión retro, y en 1996 este regreso debió de haber parecido anacrónico y fuera de lugar. Sin embargo habrá que recordar que la mayoría de las canciones que se reúnen en este álbum provienen de trabajos anteriores, y funcionaron en estos como separatas instrumentales para dar un respiro al oído y aligerarlo un poco de la crudeza política del rap y el hip hop. Curiosamente la antología de temas instrumentales se editó en exclusiva para Holanda y de ahí se diseminó a Europa occidental y llegó finalmente a Estados Unidos. Pero había alguien que renovó la visión de los chicos bestiales y flexibilizó la ruta de su tortuoso itinerario, me refiero a Mark Ramos Nishita llamado Money Mark. Money Mark es un virtuoso multiinstrumentista, diseñador de ritmos y atmósferas donde la tecnología de las cajas de ritmo, los amplificadores, las distorsiones, fuzz y loops, las tornamesas y los sonidos procesados por ordenadores más los sintetizadores amplían el espectro de las posibilidades de la guitarra eléctrica, el bajo, los instrumentos de viento y las percusiones. A Mario Caldato debemos el otro aporte, la precisión, la mezcla sobria, la consonancia y la armonía. Eric Bobo es el adalid de las percusiones sincopadas, definitivamente funkies, llenas de sentimiento, swing, tempo y color. Finalmente Eugene Gore con su violín prodigioso introduce la sutileza, el glamour y la elegancia que redondean el concepto que transversa las 13 composiciones instrumentales. Estas posibilidades novedosas se funden con el estilo Beasty y deviene en freejaz, lounge, surf y worldmusic. Sin Embargo el rock persiste como el marco de engaste y el hip se libera para diversificar su expresión.
3MFPORN
Segundo en la carrera de 3 Mother Funkers, este opus de 2007 (Entretenium) intitulado Porn es uno de los mejores viajes hacia el erotismo explícito del siglo XXI, retro, moderno, posmodernos y emotivo. Diez canciones que no se cansan de incitar, de provocar, de evocar visiones eróticas, por mediación del jazz, jazz rock y funk de la vieja escuela a la George Clinton, y la agudeza de la guitarra eléctrica con notas amplificadas según el canon estilístico del blues de Chicago. Pese a estas identidades los sonidos resultantes son de babel, pero lo que verbalmente es confuso, en el terreno de la música es directo y transparente, el lounge de la vida es explosión y vértigo, luz y agonía, orgasmo y éxtasis. La diferencia que contrapone la libertad del libertinaje es cuestión de doble moral porque uno llega a la cita del amor con esta música dispuesto a hacer y dejar hacer, a dar y a recibir... El peplum sonoro se desliza pues sin contratiempo y la contundencia de las composiciones es incuestionable. El tránsito de las canciones es fluido y a veces espeso, y a veces indistinguible, los efectos son desmesurados por las imágenes que evocan, el orden es trocado en polvo y todo se ensancha en el único territorio animal que aun queda en la mente de los hombres, es decir, las pasiones. Es inevitable, el goce se impone y funda su predominio, al escuchar y poner atención nos impregnamos de humedad con esta música seminal y sublime. El swinging se desborda por los escarceos y las liviandades, los cuerpos se vacían en un acelerado palpitar de sexos., es MDMA, LSD, anfetaminas y crack sonoros: con esta música la carne danza al borde de sus posibilidades y el alma se barrunta de hybris. Tiene swing este mood retro, su estructura es sajona pero coquetea con descaro con el jazz mood de los negros, el feeling a lo griot y los ritmos antillanos; nada mejor podría esperarse de sujetos que conviven diariamente en urbes cosmopolitas. Pero lo mejor es la mezcla equilibrada de las épocas que se dan cita, el aliviane de los 60`s, la dureza, la ternura y la depresión de los 70´s, la artificialidad de los 80`s, la crudeza y el escape de los 90`s y la prisa disolutiva del siglo XXI.
THEINSOUNDWAYOUT¡+PORN
El arreglo de cuerdas, las percusiones, los scratcheos, el gemir de la guitarra eléctrica, las voces diluidas, la respiración entrecortada, el dialogo de una chica que parece murmurar en el interior de la alcoba; constituye de manera sobrada un discurso que predispone, incita, evoca y provoca hacia una sexualidad explícita, desinhibida, libertina, cínica. Confluyen en este espacio los creadores y los mejores continuadores de la música lounge que con sus notas precisas nos extienden el invite para escanciar el vino del deseo en la copa de la luxuria, en inimitable estilo que celebra la sensualidad de las teen star porn, las erinas y pitonisas de las sábanas y las chicas superponedoras. Y con razón. El eclectisismo del ritmo arrebatado y la melodía sedicente interactúan en la marea trepidante de la armonía sostenida, dejando al pobre escucha galopar trémulo en la violencia sincopada de un loop sobre la ola funky de parafilias interminables. Muchos encuentros triunfales, instrumentos clásicos, sintetizadores entretejen tapices sonoros lúdicos y distorsionados para proponer un posmoderno kamasutra de los oídos, donde las pasiones se multiplican y amplifican en un variopinta gama de notas y matices. La música como éxtasis, la música como espacio de seducción, la música como espacio inexplorado en las urbes posmodernas del nuevo siglo. Si la vida pública lo habita todo, esta música de colores nos devuelve a la intimidad con una, dos, tres o más amantes de cuerpos agradecidos. La hostia, el cáliz y el rosario, son tomadas del altar veleidoso y caleidoscópico de la entrepierna consagrada de una doncella lujuriosa.
Música sensual, definitivamente viril, pero con todo abierta hacia la aventura y el riesgo. Pero la liberalidad que se adivina no es azarosa, es cerebral aunque cálida, calculadora aunque humana, una nueva percepción de la sexualidad que se recrea así mismo cada día, sustentada en su sensibilidad e inteligencia, preparada para las nuevas plagas tipo SIDA pero con todo, gozosa y dispuesta al hallazgo. Música de putas sofisticadas, top models Guess y lechos ardientes, música de minifaldas y escotes generosos: celebración de la firmeza, las curvas y los contornos. el tornamesa es el tálamo donde estilos diversos se unen promiscuamente, y sobre la cual se dirimen los flirteos, y las utopías interraciales, hacia una misma elección: la trasgresión y el deseo. Los dos opus tienes afinidades en cuanto al tipo de lenguaje musical, estilo, entido, inclinación y proyección...quizá también en el fetichismo pues hay una critica implícita al hecho de que desde la segunda mitad del siglo XX y con más fuerza en este nuevo siglo, todo es susceptible de ponerse en venta.
Ensayo sensual, provocador, seductor, deja al lector con la intención de escucharlo y así comprobar y recrear su propia aventura erotica.
ResponderBorrarUna de las partes que me gusta es esta: " lo que verbalmente es confuso, en el terreno de la música es directo y transparente, el lounge de la vida es explosión y vértigo, luz y agonía, orgasmo y éxtasis. La diferencia que contrapone la libertad del libertinaje es cuestión de doble moral porque uno llega a la cita del amor con esta música dispuesto a hacer y dejar hacer".
Y la última parte donde empieza: "música de putas y lechos ardientes..." ahí está evocada la imagen que provoca escuchar esta música.
El resto son asuntos historicos o descripciones sobre la musica y su forma de hacerla.
"Música sensual, definitivamente viril, pero con todo abierta hacia la aventura y el riesgo".
ResponderBorrar¿Qué te hace suponer que es una música viril? Es cuanto menos aventurado suponer tal cosa... y luego lo "abierto hacia la aventura y el riesgo"... ¿a dónde me lleva?
Me atrevo a decirte que el último parrafo de tu recensión está plagado con una visión muy light de la música y de sus escuchas.
En fin, apenas acabo de escucharlos y no tengo mucho tiempo para el análisis .. sin embargo, ¿como renunciar a expresar las perturbaciones que esta música provoca.
Desde luego hay que puntualizar algo muy pertinente en el caso de este "porn music": lo que se percibe proviene de una sofisticada manera de vivir la sexualidad desde adentro y desde afuera, sensaciones que las notas, y sus "sussurros y suspiros" (Bergmaneanos) ...fluyen, penetran, se insinuan, te incitan, te sugieren, te idratan la piel...Y todo ello... desde las reminiscencia de lo vivido, de cómo se ha vivido...de como se vive.. de cómo queremos seguir viviéndolo...Sí, esto es: lo irreverente, lo prohibido...lo proscrito.. lo inhibido... lo excomulgado. Esto y más ...
me quedo con esta música... ciao de marinajulia. (11/08/07)