miércoles, diciembre 13, 2006
UNO DE ESTOS DÍAS...
UNO DE ESTOS DÍAS…
He sentido el brazo de un compañero/
su presencia de sombra/
la tibieza de su afecto agitando mi alma/
reprochándome por el espeso olvido/
que se me escurre en la sangre/
Cada vez que lo recuerdo
No puedo evitar la tormenta de lágrimas/
la sensación de invalidez/
y la fragilidad por quedarme aquí/
soportando el peso de su ausencia/
sin poder hacer nada/
Desesperado, camino en la noche/
persiguiendo su fantasma/
llamándolo para que acuda al claro de luna/
refugiándome después bajo el manto de coníferas/
de mi propia oscuridad, del eco terrible de su soledad/
No quiero estrujar su lamento de flores/
el silencio inmenso de su tumba/
donde él yace inerme/
devorado por el olvido/
con su piel hecha jirones/
su ropa desvencijada/
roído por el vacío/
con su cuerpo despedazado/
como una mansión en ruinas/
Él camina conmigo, en mis sueños/
a veces me habla con su aliento gélido/
gesticula, articula palabras, me dice tantas cosas/
pero no le escucho/
a veces no recuerdo su rostro/
a veces no lo reconozco/
en lugar de su cuerpo sólo una cortina de ceniza/
un caudal de vacío fluyendo hacia el olvido/
Uno de estos días, yo también seré una sombra/
estaré perdido en la oscuridad/
uno de estos días, mi sangre será humo/
mi ausencia hielo/
mi rostro olvido/
Uno de estos días, amigo/
te alcanzaré y caminaré contigo/
uno de estos días…/ JORGE ANTONIO DÍAZ M. 06/XII/2006
Hola amigo,
ResponderBorrarsabes que este escrito me lleno,me enantó...
no podría decir palabras que realmente dijeran con exactitud lo que sentí.
Te dejo mi cariño y siempre espero volver a coincidir contigo.
Un beso
Cristi
Chetumal Q. Roo a 27 de diciembre del 2006.
ResponderBorrarUno de estos días…
Comentario:
Querido Poeta!
Las letras que se trazan en el papel reflejan el alma de quien las escribe.
Pensar que tarde o temprano alcanzaremos a nuestros muertos, es el cosuelo de los que se quedan, sin embargo eso no ahoga nuestra pena.
Todo el que lea este poema compartirá tu sentir, ya que también hemos sufrido la perdida de un ser amado; su ausencia se acentúa cuando recordamos su presencia.
¡Mi triste Poeta! Tienes la magia de convertir un lamento en un hermoso poema, tienes el privilegio de que tus muertos caminen contigo en tus sueños, de sentir su esencia, si solamente escucharas con detenimiento cuando te hablan, encontrarías el consuelo que necesitas.
Has compartido tus tristezas; ahora queremos que compartas con nosotros tus alegrías.
¡Sorpréndenos Poeta!
Esperamos con ansia.