lunes, julio 07, 2014

ADIDAS Y NIKE: LAS MARCAS DEL MUNDIAL BRASIL 2014





ADIDAS Y NIKE
LOS GRANDES PATROCINADORES DEPORTIVOS
DEL MUNDIAL DE FUTBOL BRASIL 2014


JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
Julio 2014


Adidas y Nike, las famosas firmas fabricantes de la indumentaria deportiva más cara del mundo, se declaran indispuestas para lograr condiciones laborales dignas en sus plantas proveedoras. El escándalo comenzó a mediados de la década de los 90´s, cuando fueron publicados una serie de reportajes periodísticos y documentales en Estados Unidos, América Latina y Europa, realizados en distintas plantas de las citadas corporaciones, ubicadas en Salvador, Paquistán e Indonesia. Los reportajes pusieron énfasis en las ínfimas condiciones trabajo, las jornadas de trabajo extenuantes por su intensificación, la contratación de niños y los bajos salarios que se les paga a los trabajadores; todo lo anterior fue contrastado con los precios exorbitantes de los distintos productos que ofrecen Nike y Adidas, los cuales no bajan su precio de 200 - 300 euros.

En El Salvador, una trabajadora gana al día un total de cinco euros maquilando indumentarias deportivas para Nike y Adidas. Pero tal cantidad se ve mermada diariamente en un 50% porque dentro de la maquiladora de balones y zapatos deportivos, la vianda de  la comida se descuenta directamente del salario percibido. Considerando el salario global de un mes de acuerdo a los precios del mercado de la canasta básica y la inflación adherente, el poder adquisitivo de los trabajadores de estas firmas multinacionales, tiene un déficit de cerca del 40%. A esa situación de vulnerabilidad social deben agregarse otros factores de marginación como el desempleo en que uno o dos miembros de una familia promedio de El Salvador, se encuentra, la dieta deficiente saturada  de poroto y café, etcétera.

En Paquistán los niños se ven obligados a trabajar en factorías proveedoras de Nike y Adidas, con un salario rebajado de 3.7 euros diarios.

China e indonesia se destacan por mantener salarios mínimos con grandes volúmenes de producción, y son las principales proveedoras mundiales de Nike y Adidas.

OCDE calcula que alrededor del 90% de las prendas de estas firmas de indumentaria deportiva -que recalan en los mostradores europeos-, se fabrica en zonas de libre comercio, es decir, regiones industriales en las que sólo se produce para exportar y en las que se establece un régimen especial con ventajas impositivas, excensiones fiscales y garantías de máximas ganancias económicas para empresas multinacionales.   A nivel mundial, se calcula que hay 9 mil zonas de libre comercio ubicadas en países con economías emergentes, como Brasil (interior), México (frontera norte), El  Salvador, Europa del Este, China, India, Rusia, Indonesia, Hong Kong, Singapur e Islas Mauricio.

Para reducir costos de inversión y eludir los aranceles internacionales, Adidas y Nike no tienen ni un sólo centro de producción propio, sino que compran toda su mercadería al mejor postor en el mercado Hard discount, en donde  Los precios bajan y bajan y bajan, y, mientras más lo hacen tienen las mejores posibilidades de proveer a estas firmas.

¿Cómo funciona a nivel global el sistema de mercadeo hard discount? Las factorías de Tailandia “compiten” contra las maquiladoras de México (apiñadas en Ciudad Juárez) por lograr la mayor producción y el menor costo.

Ahora bien, ¿cómo logran las maquiladoras o las factorías, colocar a precios de descuento brutal el volumen de su producción? Reduciendo salarios, prestaciones y minimizando los derechos de sus trabajadores.

Entonces, ¿qué porcentaje total del precio de cada producto destina Nike o Adidas para cubrir el salario de los trabajadores?  Tomando como línea base el costo promedio de 200 euros por producto de alguna de estas marcas, el fabricante sólo recibe un 12% virtual pues de ese porcentaje debe descontar la materia prima, el costo de producción, el mantenimiento industrial y los salarios de los trabajadores. Para éste último rubro se destina apenas el 0.4 % del valor total de la indumentaria, es decir, considerando 200 euros, serían tan sólo 80 centavos por producto vendido.        

Bajo el esquema de mercadeo hard discounting las maquiladoras y factorías se ven obligadas a fabricar indumentarias para distintas marcas e intensificar la jornada de trabajo. Suele suceder que en una misma maquina se cosan, una detrás de otra, la indumentaria deportiva de los principales monopolios deportivos Adidas, Nike o Reebok. Pero la forma en que estas empresas “compran” los productos es la misma: al mejor postor, al menor costo.

Klaus Werner y Hans Weiss, señalan en su libro El Libro Negro de las Marcas (Traducido al español y publicado por La editorial Sudamericana en el año 2006), que,  “la tremenda presión competitiva impuesta por las empresas repercute no solamente en los salarios, sino también en las indecibles condiciones laborales. En las maquiladoras y factorías no hay una correcta ventilación, hace mucho calor. El cuerpo traspira y se reseca. El polvo tapa la nariz. Los vapores textiles se concentran en dosis peligrosas. Los sanitarios están sucios. No hay agua potable…” (p. 168).                          

Nike y Adidas limitan su accionar corporativo al diseño y a la publicidad. Y en esos ámbitos no escatiman gastos. Por ejemplo, financiar parte del mundial de futbol en Brasil 2014, les reditúa ganancias astronómicas, porque el evento sirve como un escaparate mundial de sus productos. El uso de “figuras” como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Neymar, Samuel Etoo´, Müler y otros, sirve como una plataforma de promoción y publicidad, y lo que suelen pagar a estas estrellas del fútbol es sólo una parte ínfima del gran volumen financiero que suelen  erogar.

Al final, la única filosofía empresarial válida para Nike y Adidas, es el “jumping”, es decir la competencia desleal; y, el “break down”, es decir, salarios reducidos para reducir al máximo los costos de producción.            

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