El cerco
JORGE ANTONIO
DÍAZ MIRANDA
Abril 2014
La mafia no teme a los escritores; teme a los lectores.
ROBERTO SAVIANO (2014) ZERO, ZERO, ZERO
I.
¿Tenemos alguna idea?
¿Sabemos acaso qué significa estar
a merced de la violencia del azar?
¿Qué diremos cuando esa forma de
abandono vuelva a nosotros en la forma de golpes tenebrosos, barruntada de una
maldad tan oscura, letal e implacable?
¿A quién llamaremos para pedir
respuestas de lo que nosotros mismos hemos invocado en el seno de nuestra desmesurada
indiferencia?
¿Necesitaremos considerar acaso un
juego de realidad virtual cuando la violencia que propone se vuelca a las
calles vomitando cuerpos despedazados, cabezas mutiladas y rostros desfigurados
por la tortura de unas pequeñas manos que se supone debieran empuñar un lápiz y
un cuaderno, en vez de una navaja militar, una metralleta o una tabla de
tortura?
¿Cuánto más se necesita para que
perdamos toda posibilidad de contacto con las nuevas generaciones, que están
naciendo con un feroz nihilismo, como tropas suicidas que quieren pasar rápido
por este mundo que no les ofrece nada, que nos les dice nada; presionando el
botón de un joystick que lo mismo puede ser un gatillo o una bomba?
II.
Martín tiene ocho años, es un
experto en distinguir la situación. Su
puesto de trabajo se describe como “ventana”. Consiste en mirar desde una
azotea los coches que pasan. Identifica placas, el sexo de sus ocupantes,
registra horarios, proximidad de torretas encendidas, estima la velocidad de
desplazamiento… y cualquier indicio que esté fuera de rutina, él lo avisara a
uno de los halcones, activando un agresivo mecanismo de atención, seguimiento, ubicación
o afrontamiento. En su corta carrera de un año sólo ha fallado una vez y no lo
volverá a hacer porque sabe que el castigo es terrible. Aquella vez su espalda
quedó casi desollada y luego lo encerraron en un cuarto oscuro lleno de ratas
que le pasaban encima con sus patas nudosas, oliendo su cuerpo castigado;
élsentía cómo esos minúsculos y nerviosos cuerpos se pegaban a su cuerpo con
intención de saber si aún estaba vivo. Aún medio inconscientea Martín no le era
velado saber la intención que tenía ese rondín interminable de roedores, que no
lo dejaban en paz cada momento con un nueva escaramuza alrededor de él, ruidos
y chillidos, abajo y arriba, a los lados, en un ir y venir incesante de
nerviosas criaturas que le tomaban el pulso para saber siera carroñade la cual
disponer. Martín no sabe cuánto tiempo pasó, sólo recuerda que unos hombres se
lo llevaron a una cama donde un doctor curó sus heridas con compresas y
fomentos. A su corta edad Martínya sabe el precio de los errores y también sabe
que no habrá indulto la próxima vez que falle.
III.
Josefina tiene 13 años. Está
embarazada. Sus hermanos más pequeños pegan sus oídos a su panza para escuchar
lo que se mueve dentro. Ella no entiende todo lo que le está pasando a su cuerpo.
Tampoco entendió cuando a los once sintió un líquido tibio que le salía de en
medio de sus piernas y tiñó de rojo el uniforme de la escuela. Ella volvió a su
casa, ahí su abuela la desnudó y comenzó a bañarla, poniéndole un apósito de
gasa y papel sanitario para contener su flor roja. Ahora está embrazada y no
sabe qué hacer. Se siente agotada después de caminar seis horas para asistir a
la consulta del centro de salud y volver hasta su casa, ubicada en algún punto
meridional de la sierra de Puebla… Ella llora hasta el amanecer después de
despertar siempre a la misma hora de la madrugada, sobresaltada, con una
sensación de espanto. Josefina lo recuerda todo. Aquélla noche que llegaron por
su mamá y la siguiente, cuando volvieron por ella. Y el rostro de cada uno de
los hombres que la violaron durante los quince días siguientes. Hasta que uno
de ellos la sacó de aquella casa y le dijo que se largara. Caminó de regreso
por la emboscadura, remontó el arroyo hasta llegar al vado, de ahí se volvió al
oeste hasta el caserío de los Rentería, para bajar al llano y desde ahí subir
la escarpadura de montería. Su madre no estaba. Sólo su abuela y sus hermanos.
Nadie le dijo nada. La recibieron en silencio. Al menos ya estaba otra vez en
casa. Pocos días después, vinieron las lluvias de mayo con sus tormentas
eléctricas y sus aguaceros. Enseguida llegó esa agitación en sus intestinos que
le hacía volver el estómago. Después de seis meses ella sigue sabiendo de dónde
vino esa semilla y qué significa exactamente. Ni un minuto ha dejado de odiarla.
IV.
La guerra de Felipe Calderón no
sólo dejó como saldo una cauda de muertos, desaparecidos, viudas y huérfanos. También
es su legado treinta mil niños que cayeron en manos de los cárteles del narco.
Los niños fueron involucrados en el conflicto mayor como esclavos de trabajos
extenuantes, donadores de órganos, objetos sexuales, soldados, halcones,
torturadores, camellos, soplones, burros, gladiadores, botín de guerra, carne
de cañón, señuelos, pornografía de pederastas, etc.La economía mexicana de
giros ilegales cuya mercancía es la infancia, creció a volúmenes financieros
que no tienen precedente alguno, rondando, según cálculos conservadores, la
cifra de 10 mil millones de dólares anuales. El mercado donde se vende la
infancia como mercancía pasa por sectores legales de la economía y encuentra en
ellos su nicho de demanda: El vecino de tu vecino, la supervisora, el
comisionado, el padre de familia, tus amigos, el policía, el tornero, el
herrero, el oficinista, el gerente, el funcionario del ayuntamiento, el
comerciante, los jóvenes de la acción católica, el dirigente político, el
sacerdote, el diputado, el secretario de Estado, los asesores, tu hermano, el
obrero, el profesor-investigador de carrera, el cardenal, el maestro de tus
hijos, el catequista, el mesero, el empresario, el obispo, el albañil, los
amigos de tu hijo o tú mismo hijo, los abuelos que se juntan en la plaza, el
gestor, el cajero del supermercado, el voceador, el abarrotero, el frutero, el
empresario, el gerente de sucursal, el doctor que atiende tus enfermedades, el
escritor, el notario, el corredor de bolsa, el marino mercante, el receptor de
rentas, el plomero, el abogado, el procurador, el militar, tu mamá, las amigos
de tus enemigos, el peluquero de tú mujer, el cirujano del hospital, el curador
del museo, el joven tímido que te sirve el café en el restaurante de moda, el
gerente del hotel que te ofrece “servicios especiales”, tú alumno
universitario, la modista, el chef, el tornero, el mecánico de tu vecindario,
el burócrata que te atiende en la ventanilla de la dependencia federal; y si no
son ellos entonces eres tú, yo o cualquier otro,comprando imágenes de niños y
niñas de este país o de otro,pequeños esclavos en posturas sensuales,
violentas, pasivas o inertes.
V.
Los adultos piensan erróneamente que
un niño no entiende de matices ni de circunstancias. Pero a la edad de cinco
años Marco lo entiende todo. La mañana en que sucedieron los hechos, su padre
lo despertó, lo llevó en brazos hasta el comedor, desayunaron y después se
despidieron con un largo abrazo y un beso cálido. Por la tarde, a la hora de
siempre en que Marco esperaba, su papá no apareció. Tampoco una hora después o
más noche ya para dormir. Marco no se durmió porque un oscuro presentimiento le
aplastaba el pecho. La luz apagada impedía que su mamá y sus hermanos mayores
se dieran cuenta que él estaba alerta, pendiente de la puerta. Marco fue el
primero que escuchó el timbre y en seguida supo que no era su padre. Escuchó
cuando su abuelo se levantó y su madre y sus tíos y sus hermanos mayores. Él se
levantó al último y escuchó perfectamente cuando dos hombres de uniforme
informaron que su padre había sido secuestrado y asesinado por supuestos
miembros del crimen organizado.Marco se quedó callado y volvió a su cama. No
prestó atención al tumulto de la casa ni a los preparativos del sepelio. La
mañana llegó y él se sentía tranquilo.Ni siquiera hizo aspaviento cuando su
abuela le dio la terrible noticia. No lloró ni siquiera al otro día, cuando
sepultaron el cuerpo de su padre... Los abuelos y la madre de marco piensan que
él todavía no entiende lo que ha pasado. Pero lo que no saben, es que Marco lo
entiende todo aunque no se los diga. No saben que Marco ya sabe lo que harácuando
sea grande. Será un soldado que descuartizará vivos, uno por uno, a los
verdugos de su padre para vengar su asesinato. Las noches siguientes sus sueños
se llenan de violentas pesadillas que lo obsesionan con la venganza.
VI.
Los ‘morros’ son los combatientes
más aguerridos. No te dan tregua. No se rinden. Son implacables. Poseen el
doble de agilidad que un adulto. Sus reflejos son rápidos y precisos. Dos de
cada tres disparos aciertan a zonas vitales del cuerpo. La puntería que tienen
te vuela la puta cabeza. Corren más rápido que todos y aún son capaces de
disparar en un ángulo de visibilidad casi nula. Algunos compañeros dicen que
incluso te dan cuando no tienen ángulo de tiro, pues su flexibilidad y la
habilidad para ubicarte sin mirar les dauna ventaja adicional. Su capacidad de
anticiparse los dota de habilidades letales, que pueden hacer morder el polvo
incluso a soldados experimentados. Nos hemos enfrentado a niños sicarios en
todos lados,en Tamaulipas, Sinaloa, Guerrero y aquí en Michoacán.Algunos de esos
bandos utilizan a los niños como correo, francotiradores o torturadores. Otros como
camellos. Aquellos como espías y soplones. Los de más allá como apoyo táctico
cuando van a realizar levantones o secuestros. Dicen que los más
sanguinarioslos están entrenandoincluso como tropas suicidas.La verdad es que un
adulto no es superior a un niño armado. La desventaja del adulto es su lentitud
frente a una mente fresca que se activa tres veces más rápido que la del adulto
más fogueado. Realmente no hay ninguna desventaja en la estatura o fuerza de un
niño, con un entrenamiento sistemático y las armas adecuadas como las AK-47, un
niño es capaz de convertirse en una eficiente máquina de matar. Su energía
física parece inagotable. Algunos sobrevivientes de secuestro dicen que
mientras un adulto puede cansarse de darle tablazos en las nalgas, aquellos
pueden seguir por horas y horas, divirtiéndose con dolorosas variaciones,
sordos ante los gritos, alentados sólo por incrementar la crueldad para ver
cuánto más aguanta la víctima. La única diferencia que sí hay, es que, cuando disparas
al cuerpo de un niño el daño puede ser masivo, el blow-up de salida puede vaciar el pecho por completo... Para
nosotros como soldados no debe haber diferencia. Se supone que no nos debe
importar enfrentar adultos o niños. Pero lo que sucede en la mayoría de los
casos es que si nos importa. Yo he visto durísimos soldados de las fuerzas
especiales llorar cuando se dan cuenta de a quién han abatido. A veces no
puedes creer que esos hijos de toda su puta madre –los mafiosos- pudran la vida
de chavitos de esa manera tan perra. Pero justamente eso es parte de su diversión, esoes
parte de sus bestialidades, su as bajo la manga, su arma secreta… el camarada
aquel–señala sin definir a quien se refiere-, me ha contado que cuando le cayeron
a un ranchoen Boca del Río (Veracruz), dos chamacos les echaron encima un vehículo
todoterreno monstruo, un camión acorazado con blindaje del más alto nivel,
dotado con sistemas de armas calibre .50 que pueden demoler un edificio.Afortunadamente
para los compañeros,el embrague del blindado se atascó haciendo imposible
cualquier maniobra de embestida.El jefe a cargo de ese rancho de entrenamiento
era una lacra conocidaen el mundo de los soldados profesionales, un mierdoso
guatemalteco desertor del entrenamiento Kaibil, que hace poco había escapado de
un cerco del personal de la Marina.Esos son los nuevos tiempo y los nuevos
términos: niños sicarios, niños camellos, niñas prostitutas, niños terroristas,
chiqui-narcos, niños soplones, niños verdugos, niños torturadores, niños
entrenados por y para la maldad, niños nacidos para ser killers.
VII.
Apaga la grabadora y te lo diré.
Ok. La verdad es que no tenemos ni idea de qué hacer con un niño sicario. Sabemos
que es alguien que ha pasado por durísimas pruebas de sobrevivencia. Sabemos
que ha madurado a prisa el lado más ominoso de la maldad humana. Qué le digo a
alguien así. No tengo nada que decirle. Su personalidad es muy compleja.
Taimada, llena de enigmas y laberintos, justificaciones y mentiras, delirante y
egocéntrica, a tal punto que todo clima de trabajo terapéutico se hace
imposible. No se interesan en nada por sí mismos. Apenas saben leer. No saben
escribir. Frente a una entrevista psicológica divagan entre ideas incoherentes,
fantasías de persecución o pesados silencios.En el test casa-árbol-persona, los
árboles que dibujan están como aterrorizados, tocones deformes con tajos en la
base o con ramas lastimadas sin follaje,
como aludiendo a violentas escenas de mutilación. No hay personas mayores en
casa. Dentro de bloques desunidos y desproporcionados con techos agujerados y
ventanas rotas, que ellos describen como casas, dicen que hay niños que están
ocultos en el interior, escondidos en cobertizos oscuros o amarrados de los
tobillos junto a los barrotes de una vieja cama de latón, para que no escapen.
El dibujo de la familia es tosco, con figuras esqueléticas, cuerpos
descarnados, sin proporción alguna, todos pegados hacia la izquierda sugiriendo
que eso quedó en algún rincón de un olvidadopasado. Casi siempre falta la
figura del padre y el gesto de la madre y delos hermanos destellan rasgos
feroces, contrapuestos unos con otros. En los dibujos de auto concepto, los
niños sicarios hacen figuras humanoides que no tienen sexo, el plano de
referencias temporal-espacial está perdido, como si la vida de estos niños
estuviera suspendida, fuera del tiempo, fuera de un espacio determinado. Los
ojos de sus dibujos no miran de frente, su mirada está desviada pero sin una
dirección determinada. Su inteligencia está intacta pero su respuesta empática
con otros seres humanos, cercanos o lejanos, está significativamente ausente o
achatada. Su empatía en cambio es positiva con animales. Los test desiderativos
son tan dispersos y disparatados que te sugieren un esquema de pensamiento
desaforado o fronterizo con la paranoia. Estos niños poseen hábitos nocturnos
en que interactúan con artefactos de comunicación Ipods o celulares, accionando
rutinas complejas para enviar mensajes a susredes sociales.Generalmente duermen
mal. Y suelen despertar hasta muy tarde. Los interrogatorios facetoface no suele funcionar con ellos,
siempre están alerta a cualquier pregunta personal, dan por sentado que eso es
parte de las indagatorias judiciales. Sus respuestas parecen ensayadas como
cuando el MP requiere de ellos respuestas de cómo se involucraron con el crimen
organizado, dónde y cómo fueron enganchados. Los niños sicarios son duros para
compartir información. Ellos nunca te dicen su nombre, sólo los alías o apodos asociados
con alimañas o imágenes escatológicas…Ellos pueden admitir sin tapujos haber
torturado o asesinado pero no te dirán quién los mandó ni por qué. No tienen
reglas. No siguen reglas. Se aíslan. Son antisociales. El contacto con otros
les parece agresivo y optan por incomunicarse. No siguen la disciplina
carcelaria. No les importa si los castigan por ello. No les importa si los
dejan sin comer. No les importa si los encierran en sitios oscuros o los
embozan para bloquear o embotar sus sentidos. No pueden intimidarlos. No pueden
amenazarlos con nada. Su resistencia a la humillación es extraordinaria. Cuando
les hablas sientes que estás frente a una fortaleza. Te hablan sin hablarte. Te
miran sin mirarte. Perciben de ti sólo lo que ellos deciden, lo demás lo mandan
al infierno. No puedes razonar con ellos. No puedes negociar con ellos. No
suelen comunicar cuando se sienten mal o se sienten bien. No suelen decir si
están tristes o alegres. Pueden pasar todo el día inmovilizados o moviéndose de
un lado a otro sin ningún sentido. He conocido niños que siguen practicando lo
que les enseñaron: ocultarse, moverse sin hacer ruido, sorprenderte, pasar
desapercibidos, hacer rutinas de fortalecimiento físico lastimándose brazos,
manos y piernas. Algunos golpean con sus manos abiertas los barrotes de sus
celdas de confinamiento. La única proyección que tienen del futuro es volver a
las filas criminales y luchar por ser alguien en ese medio. Por lo poco que
suelen manifestar se puede afirmar que ellos están conscientes de que tarde o
temprano alguien los matará. Pero eso no suele preocuparles en absoluto, al
final –dicen-, todos vamos a morir. A pesar de su nulo contacto social suelen
entrar en competencia para reafirmar su liderazgo. Pelean todo el tiempo, dando
ejemplares palizas a los líderes de otras facciones. Los niños sicarios nunca
se dan por vencidos, si otro les propina una golpiza, ellos vuelven a la carga
una y otra y otra vez. La sangre los excita y son capaces de montar una espiral
de violencia aunque ellos estén en el centro, aunque ellos sean el objeto.
Poseen un sadismo que lo mismo se puede voltear contra ellos que contra algún
competidor. A los otros les hacen pagar sus debilidades. Parece que no temen a
nadie. Parece que no temen a nada. Parece que son imbatibles. No se puede
tratar con ellos. No puedes ofrecerles nada pues no quieren nada de ti. Quieren
estar solos para que nadie nunca más los abandone. Años de abuso sistemático
han forjado en ellos una voluntad de hierro. Siempre están listos, siempre están
dispuestos a combatir en las peores circunstancias.
VIII.
La única libertad que tienes es
imaginar que las cosas son distintas. Pero nunca ni por un instante confundas
tus deseos con la realidad. Es un error creer que puedes cambiar tu medio, tus
circunstancias, lo que ha de pasar y lo que viene. Mover la naturaleza hacia un
punto que consideres ideal es anticipar el caos. Y el caos siempre atrapa a la
medianía jodida. Por eso está jodida. La
vida es cruel, sus implicaciones, sus resultados finales, y peor aún sus
consecuencias que te caerán como piedras si acaso osarás equivocarte. En esta
vida es un estado natural el madero y los clavos,el martirio, la sed y el
hambre, la sensación de no estar, ni ser o pertenecer a algún sitio. Nunca más
tendrás paz. Estarás aquí y desearasestar allá. Estarás allá y querrás regresar.
Caminarás hacia adelante y no te darás cuenta que pisas un pantano…No existe el
bien. No existeel mal. Cada una de tus acciones se pesará en la balanza de lo
que es necesario, de la fuerza que aporta a la organización.Puedes elegir
trabajar o no trabajar. Pero no puedes elegir ser otro cuando ya estás en lo
que estás porque eso crea desconfianza, eso es debilidad, eso es firmar tu
sentencia definitiva que alguien, en algún momento, feliz o triste de tu corta
vida, ejecutará. Si no eres tú, otro será. La necesidad siempre provee nuestros
ejércitos privados. Cuando tú caigas, otro vendrá para sustituirte. Sólo eres
un soldado más en la gran guerra. Si avanzas te alentaremos. Si te detienes te
apremiaremos. Si te retrasas te mataremos. Bienvenido al infierno. Terminan
aquí los días de tu infancia. Espera lo peor del mundo. Estás más sólo que la
soledad. Estás más muerto que la muerte. Admite ambas cosas y todo será más
fácil.
IX.
¡Órale, te toca¡ Es hora de que te
vuelvas hombre, cabrón. Pártele su madre. Ahí está amarradito el muñeco. De a
pechito para ti solo. Ahí está todo lo que necesitas. Cuchillo, alambre, tabla
con clavo comoMemín, ¿sabes quién es Memín?, ¿a ti ya no te tocó verdad?... La
rutina mi´jo es una tanda de cinco madrazos y te detienes. Después doblas el
número de madrazos. Te detienes. Ahora el triple. Luego descansas. Y sigues así
hasta que se le ponga la piel como cecina. Ya bien blandito, le das a
discreción cuidando no matarlo. Si se desmaya, aviéntalea la cara una jícara de
agua helada de esta cubeta. Si se duerme el pinche joto, agarra de acá la
botellita de aguarrás con Tehuacán, la agitas bien hasta que le salgan
burbujas, la destapas y se la metes por la nariz. Despertará como cuete, el muy
culero. Bueno. Ya basta de teoría, caimán. Te toca. Primero dale una probada. ¡Grábalo
Chalo, los jefes lo quieren ver en youtube para enviarlo a su familia¡ No sé
qué hizo, pero no hagas esas preguntas. Eso es de bueyes. Te vale madres. A ti
solo te dan órdenes y las cumples como va. ¡Más duro chavo, aflójale las fibras
a esacagada, no le des masaje¡ Dale en
las ingles, en la espalda, también en las nalgas… No hagas caso de sus gritos.
¡Qué chingue a su madre por no aflojar el varo¡ Dale trato especial a la princesa.
Ton´s qué
princesa, ¿se siente chingónnooo?Ese cabroncito no se cansa, ¿o cómo la ves?
Media hora y el chavito no para de madrearte.
¡Uta que¡ Este pendejo ya se
desmayó otra vez. Ese chavito va a ser de los míos, un verdadero macho. ¿Qué
cuantos años tiene? No lo sé, por ahí lo encontraron los jefes y lo trajeron.
Creo que no tiene más de 13 pero ya sabe disparar y tiene talento para ser
madrina. Hay un video donde le está vaciando los ojos a un pobre buey con una
cuchara. No tiene miedo. Hay fotos de él donde aparece empuñando un cuerno de
chivo. Va pa´ lo grande el sicarito. Te digo que no sé. Seguro que lo trajeron
de un pudridero. Ya sabes, las casuchas de mierda de los paracaidistas, donde
un día y otro se mueren de hambre. Pero esos son los cabrones más cabrones. De
ahí provienen los mejores. Los oaxaquitas como éste hacen lo que les mandes,
sin importar qué. No preguntan nada. Trabajan bien. No rezongan aunque les
pagues una madre. Prefieren un peso a nada. Comen frijoles y tortillas. No
gastas gran cosa para mantenerlos. Son pura fibra. Pueden trabajar todo el día
como pinches burros. Casi no se enferman. Trabajan todos los días sin tomarse
descanso. Aprenden casi cualquier cosa. Y aunque no hablan español entienden
bien lo que les dices. Cargan más que otros. Trabajan más que otros. Siempre
quieren aprender nuevas cosas. Y ponen mucha atención. Son fieles como ninguno.
Capaces de poner el pecho para que no te chinguen a ti. Y tan decididos que dan
miedo. Saben caminar por la montaña y aguantan largas jornadas.
X.
La verdad, me sorprendieron las
fotos de los periódicos amarillistas, el histérico insulto de sus notas
informativas, el escándalo de sus encabezados, la bazofia de superficialidades
que a propósito deshonra el oficio periodístico convirtiéndolo en un tribunal
condenatorio, moralino, hipócrita y espurio. La patanería vende a buen precio
la sangre ajena, las balas, los cuerpos torturados, las decapitaciones y el tiradero
que las fuerzas del Mando Único no atinan a detener. Ahí estaba la galería de
los horrores que tiñe de rojo la cotidianidad de los morelenses. El cóctel de
sangre coagulada, reseca, derramada; corrompiendo con miseria y morbo el sino
de la noticia. Pero el dinero llegó a raudales tras la exhibición de los
adolescentes sicarios. Por semanas, plumas exacerbadas se instalaron en la
comodidad discursiva de la condena inmediata, vociferando tonterías respecto de
los jóvenes criminales, la decadencia de los valores, el fin de la familia… se
criminalizó a sus padres, a sus familias, a la maldad natural de los niños.Sin
más argumentos que la protección a los inversionistas, se propugnó la
“imperiosa necesidad” de reducir el límite de edad para encarcelar y condenar a
adolescentes delincuentes. Nadie reparó en el significado de la tragedia, ni en
sus implicaciones. Mejor distraer la atención hacia la parte más grotesca de la
realidad, la más enfermiza, la más miserable. Los caídos, sin embargo, seguían
siendo los mismos, jóvenes entre 13 y 25 años atrapados en el vicio, en la
violencia cruzada, en los ritos sangrientos de la santa muerte; ante el no futurede la juventud, que los
gerentes de la patria ofrecen como panacea para contener la caída de los
indicadores macroeconómicos. A nadie importa el síntoma ni la enfermedad, el
impacto del malestar. La indiferencia ha triunfado otra vez, en la tierra
oscura, en los suburbios de los esclavos, donde viven amarrados a una pax mafiosa, temerosas criaturas que
aman por encima de su dios, a su ceguera…
EL CERCO
Así que ya lo sabes. La sociedad
narca amenaza al resto de la sociedad, sin importar las oleadasmanu militari. Los políticos amenazan
con incendiarlo todo con tal de alimentar su codicia. Las élites se inclinarán
ante quien garantice sus privilegios, no importando si es democracia o
dictadura, giros legales o ilegales, moral o inmoral, negro o blanco, divino o
diabólico. La sordera y la indiferencia de todos, amenaza la vida de todo el
planeta, cancelando el futuro. El problema es que las nuevas generaciones no
cederán terreno sin pelear, así tengan que torturar a las viejas generaciones,
así tengan que masacrar a todos las generaciones inútiles que les ofrecen nada
porque han dilapidado los recursos de su futuro. Así que ya lo sabes. Ellos
están listos. Ellos no se quedarán como tú, como yo, como todos nosotros,
cruzados de brazos… Ellos, los que ya están aquí y los que vienen, actuarán
para derribar todo lo que no les sirva, lo bueno y lo malo, lo sacro y lo
profano; para emanciparse de la estúpida parálisis de los que tienen miedo y de
los menesterosos, de los acomodaticios y los mediocres, de los pontífices
masturbadores y los políticos poquiteros. Pero aunque sólo mires, eres
cómplice, aunque te indignes tú también has colaborado, aunque te escandalices
el morbo te detendrá en los portales de la miseria y tú enorme hipocresía te
hará negar la realidad, minimizar la tragedia o cegarte por míseras prebendas
para cerrar la posibilidad de mirar y pensar por ti mismo. Las viejas
generaciones tienen el reloj. Las nuevas generaciones el tiempo.Pero, ¿Sabemos
acaso qué significa estar a merced de la violencia del azar?
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