El miércoles 28 de agosto, realicé uno de tantos trayectos en el D. F. y una de las cosas que me llamaron la atención, fue un grupo de camiones del ejército transportando individuos jóvenes, vestidos de la forma en que visten muchos maestros: pantalones modestos pero no mezclilla, camisas de manga larga nada vistosas en colores claros, guayaberas o filipinas, sin gorras o sombreros y la mayoría de ellos, como los maestros, con una pluma en la bolsa de la camisa. De haberlos encontrado en la calle, tal vez hubiera pensado que eran docentes, incluso dentro de los camiones de transporte de tropa del ejercito, se hubiera pensado que podían ser maestros detenidos por la policía o el ejercito en las manifestaciones. Sin embargo, el corte de pelo de todos ellos, corto como de soldado raso, delataba su origen.
El rumbo de los camiones, Fray Servando, una de las avenidas utilizadas para ir hacia el centro.
No es de extrañar que días después aparecieran "anarquistas" en las manifestaciones de protesta del magisterio.
Nos pueden contar muchas cosas a través de los medios, pero quienes hemos sido testigos de primera mano de los acontecimientos, no podemos dejar de ser suspicaces ni de las intenciones del gobierno actual, ni de los medios que utiliza para legitimar sus actos.
Axayácatl Segundo Cabello
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