BESTIARIO MEXICANO: EL MORIDERO

BESTIARIO MEXICANO

EL MORIDERO

Jorge Antonio Díaz Miranda

30/05/2013

Y parece que no va a terminar.

La misma hidra sigue vomitando cuerpos en las principales ciudades de México. Como hace 12 años. Como hace seis. Como hace un año. El infierno mexicano que se va llevando a los mismos de siempre, jóvenes y niños enganchados al engranaje de una maquina trituradora de carne. El horror es el mismo. La misma parálisis Estatal inepta y fallida. La simulacion es la misma. El maquillaje, la parafernalia y la demagogia minimizadora.

Nueve mil muertos en seis meses de nuevo gobierno...sin rumbo. 

Y ahí están los cuerpos como realidad concreta de una utopía que dificilmente podrá taparse con berborrea.   Otra vez la concresión de los cuerpos vejados, humillados, torturados, saqueados, madreados, gentrificados, mancillados, zurrados, decapitados, reducidos a nada, despernancados, descuartizados, destripados, descoyuntados, descuadrilados, torcidos, amorfos, hinchados, morados, amarrados, sujetados como cerdos del matadero, quemados, abiertos, expuestos a la vergüenza pública, al escarnio, a la ausencia moral, al abandono, al sacrificio en la crucifixión despiadada, antinatural, sádica, obsesiva, cruenta, inhumana, desopilante, repentina, depredadora, repentina, bastarda, malévola, siniestra, desmadrada y desmadrante, brutal, absurda, sinsentido, sórdida, demoledora, desoladora, hiriente, insultante, procaz, cavernaria, primitiva, animal y más allá de cualquier bajeza inimaginable.

Y ahí están otra vez las mismas huecas promesas. Las estúpidas estrategias. La falta de rumbo. Las mismas razones que ocultan la realidad. Las mismas mentiras, las verdades a medias, las versiones light que difunden alegremente las televisoras. No pasa nada, no es grave, tranquilos, no hay porque temer, quizá esos se lo merecían, el pacto sigue...y así las mismas putadas del "país de las maravillas" donde Alicia es la puta de un paraíso artificial. 

Y ahí sigue la violencia solapada, el mismo fracaso, el baño de sangre, el fuego de las armas, la policía coludida,  las inútiles formaciones militares, los despliegues de fuerza como en estampida de una manada de elefantes ciegos que no saben hacia dónde deben ir.
  

Y ahí están los mismos gestos. Las mismas reverencias. Las estériles alineaciones con el poder estadounidense que quiere la guerra afuera y el dinero dentro de su territorio: armas, drogas, tráfico de seres humanos. 

Y ahí sigue la insaciable codicia y ceguera de la clase política, voracidad de los poderosos que pelean por la tierra en una guerra de dinero.

Y ahí está la tierra quemada para Michoacán y Guerrero. Criminalización de la protesta social. Represión de los ciudadanos. Cero huelgas, solo se admiten pactos de mierda que sólo sirven para enfocar la foto, pero no para resolver los problemas de fondo. 

Y ahí está el mismo viejo conocido salinismo en su reedición solidaria de la cruzada del hambre, que no es más que un dique de prebendas para manipular la intención del voto, condicionada por apoyos asistenciales.

Y cuando despertamos estaba el viejo PRI con su escuela de mentiras y maquillajes, con la soberbia de sus políticos y la sangre fría de grises saurios que recorren en tropel la tierra castigada para ver qué botín queda en el río revuelto de la violencia.

Todo igual en el país de la mentira, en el país de la putiza, en el país de la "madrina".