JORGE
ANTONIO DÍAZ MIRANDA ₤ MESA DE REDACCIÓN
Lunes 22 de Abril de 2013.
Hasta el viernes 19
de abril se habían contabilizado en Morelos 11 incendios y el daño en poco más
de 1500 hectáreas de bosque y selva baja caducifolia, dentro de los municipios
de Tlalnepantla, Tlayacapan, Huitzilac y Tepoztlán, siendo los de este último municipio
los más extensos y considerados por las autoridades estatales casi
incontrolables. Las afectaciones son mayúsculas para agricultores, ganaderos,
apicultores y pobladores en general, afectándose la infraestructura productiva
y generándose una crisis sanitaria por la combustión y la consecuente
producción de humo. Ante una situación tan seria, el gobierno estatal vuelve
por sus fueros para producir las declaraciones chacoteras más sensacionalistas
que desde los tiempos de personajes como Pancho “Cachondo” o Félix Salgado
Macedonio, no se habían registrado: “Organizaciones fantasmas han provocado los
incendios en reservas ecológicas, de manera deliberada y con el propósito de
cambiar el uso de suelo (Graco Ramírez, Gobernador del Estado de Morelos, Revista Proceso 17 abril 2013) ”. De igual forma el secretario
de gobierno Jorge Messeguer aprovecha la ocasión para producir chascarrillos
alarmistas según los cuales “grupos brigadistas de las dependencias estatales y
federales, habrían escuchado detonaciones de arma de fuego provenientes de
invasores del Texcal, a quienes les interesa fraccionar la tierra para venderla
posteriormente (Jornada Morelos, jueves 18 de abril de 2013) ”. En la
competencia de incontinencia verbal políticamente hipócrita, el titular de la
SEMARNAT en Morelos, Juan Manuel Guerra Abud, no podía quedarse atrás: “La
mayoría de los incendios forestales son inducidos para fraccionar la tierra.
Desgraciadamente no sabemos si los grupos de voluntarios tienen que ver con su
propagación o no pero realmente se hace difícil para los helicópteros y los
brigadistas operar en la zona del siniestro pues algunos impiden el eficiente
desempeño de la autoridad. Habrá que investigar si esto es intencional o no
pues pobladores de Santa Catarina y San Andrés de la Cal nos han informado de
algunos paisanos suyos que invaden terrenos para vender tierras agrícolas, bajo
el pretexto de la defensa de la tierra… (Vanguardia, jueves 18 de abril de 2013
& El Monitor de Morelos, viernes 19
de abril de 2013).” El cacareo incesante
de los tres funcionarios citados, en apoyo de su “tesis conspiracionista “ se
repite ad nauseam en cada evento
público en el que hacen presencia, olvidando para su provecho algunos hechos
importantes de la historia reciente: Primero: Sí bien es cierto que los
incendios pueden ser provocados, esto se deriva de las prácticas agrícolas
arraigados en municipios como Tepoztlán y Tlayacapan en donde los campesino
queman las parcelas para eliminar el rastrojo; Segundo: las detonaciones que “escucharon”
los señores brigadistas de las dependencias estatales y federales bien pudo
haber sido por los gases fijados a la tierra que al entrar en contacto con
fuego y oxígeno puede producir pequeñas deflagraciones; el Texcal y zonas
enteras del corredor biológico Chichinautzin han sido invadidos en el pasado
reciente precisamente para cambiar el uso de suelo, y hoy se encuentran bajo
presión de proyectos de modernización carretera y urbana, impulsados por los
mismo tres funcionarios del gobierno estatal y federal que se “indignan” por
los incendios provocados; En sus fastuosas declaraciones Graco Ramiréz,
Meseguer y Guerra Abud olvidaron mencionar que sus helicópteros no se
presentaron a la zonas de siniestro sino hasta tres días después de iniciados
los incendios, como de hecho ocurrió en el municipio de Tepoztlán en las zonas
del Texcal, San Andrés de la Cal y los límites de Amatlán y San José de los
Laureles; por último, los grupos de voluntarios fueron los que contuvieron la
propagación de los incendios y es injusto que ahora se les quiera hacer
responsables de la inoperancia de las autoridades. Ω
No hay comentarios.:
Publicar un comentario