TARDÍA
PRIMAVERA, MEJOR AHORA QUE NUNCA
By Jorge Antonio
Díaz Mirand
2012-05-23
“Por
muy Aguilar Camin que seas, no sales de las payasadas a lo Castañeda, y aunque
hayas escrito much0s libros, también te sedujeron con el canto de sirenas los
rígidos padrotes, convirtiéndote pobre
escribano, en lastimero bufón y lacayo, al fin que al cabo todo lo que se compra con dinero es barato”
No es desdeñable la aparición en escena de
estudiantes universitarios, quienes indignados por la manipulación de Televisa
y TV Azteca exigen información veraz y objetiva en vez de maquillaje,
mediatización, manipulación y encubrimiento. Mejor tarde que nunca este
resurgimiento, que tardó poco más de
cinco años en despertar después de la pesadilla real de sangre del oscurantismo
calderonista, cuya égida pasara a la historia como la edad media confesional que
casi extermina la neonata democracia mexicana. Pero la reacción de las fuerzas
vivas del PRI también se ha hecho sentir, demostrando que en el siglo XXI el
Priismo sigue siendo el priismo: cavernario, porril, bravucón, golpeador,
reaccionario, antidemocrático e intolerante. Las vergonzosas escenas de “militantes”
priistas cargando contra disidentes en Colima, golpeando, amenazando, rompiendo
pancartas y humillando, y más tarde su candidato tendiendo una mano discursiva
de reconciliación y tolerancia; es un recordatorio de lo que viene si es que la
maquinaria del sistema impone el futuro copeteado a contracorriente del pueblo
y las exigencias de real apertura democrática que piden hoy los estudiantes.
No hace mucho tiempo en Cuernavaca se presentó la
misma historia, una golpiza entre dos facciones de militantes priistas: de un
lado las huestes de Manuel Martínez Gárrigos que provocaron e iniciaron el
enfrentamiento, y del otro lado otra facción de simpatizantes priistas, disidentes
de la corriente garrigosista, que a duras penas contuvieron el embate, hasta
que “eso” se convirtió en batalla campal en la que periodistas, reporteros y camarógrafos,
padecieron agresiones por realizar su trabajo.
Así pues el viejo PRI de caciques y líderes
sectarios salta al ruedo para defender lo que ellos consideran su triunfo contundente
y su derecho de sangre.
Pero las televisoras también muestran su músculo
reactivo y están listas para apoyar sin resquemores al candidato oficial del
felipismo. Televisa, soldadera a conveniencia del priismo y Televisión Azteca,
se aprestan a entregar sus espacios informativos a la desinformación y a la inducción
de la opinión, demostrando su simpatía por hacer que la democracia mexicana
siga en un perpetuo estado de involución y de inhibición participativa. Después
de todo deja buenos dividendos las prebendas de un país controlado por el
Estado, reprimido el pueblo y enajenado por la telenovela nacional aunque tras
los telones siga la miseria, la violencia y la incultura. Las televisoras han
sido la tapadera del felipismo en la espiral creciente de violencia y por ello
merecen el cuestionamiento actual y el descrédito pues no son de fiar en tanto
sean negocios de particulares.
Por lo anterior era necesaria la aparición –aunque
tardía- de esta primavera universitaria de mayo, porque es menester rebobinar
la democracia, emanciparla del gran hermano y quitarle el protagonismo a los intelectuales
mediáticos que mueven la dirección de sus obuses “analíticos” hacia donde el
negocio televisivo les ordene. Es necesario también desmarcarse de las
encuestadoras que fabrican visiones artificiales de las preferencias
electorales, induciendo la idea de una “natural” preponderancia de Quique
Gaviotón y su viciada marea roja.
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