INESPERADO GUIÓN YANQUI
by Jorge Antonio Díaz Miranda
2012-05-27
“El
poco seso del sirviente engorda el poder del amo. El neocolonialismo para
imponerse, sólo necesita el cayado y el garrote. En la grosera mancebía no hace
falta pensar ni poseer autonomía, sólo empinarse y soportar el paso triunfante
de los poderosos.
Qué
importa la falta de decoro, el sometimiento y las genuflexiones, cuando la
vergüenza se ha perdido en nombre de un falso espejismo de progreso...
Vuelve
la nostalgia del imperio por las enanas repúblicas bananeras, puteros de
suburbios hediondos que se venden al mejor postor plenipotenciario como exóticos
anillos libidinosos”
No es una noticia nueva la injerencia estadunidense
en la sucesión de poderes que se avecina
en México. La historia señala que desde la fundación de los Estados Unidos y su
imparable política expansionista para las américas, los episodios intervencionistas
se suceden unos a otros en una larga cadena de oprobios y humillaciones extra nacionales:
las dictaduras militares y antidemocráticas palomeadas por USA en Cuba, Puerto
Rico, el Salvador, Guatemala, Argentina, México, Chile, Paraguay, Brasil y un
largo etcétera que se extiende por todos los continentes, no termina de pasar
de moda como lo demostró la imposición del fallido virrey Paul Bremmer en Irak.
La realidad es que México nunca ha estado fuera de esa esfera de influencia
estratégica. En el razonamiento geopolítico de los iridios halcones del
pentágono, el traspatio al sur del Río Bravo forma parte del corredor de
seguridad que el comando estadounidense contempla como prioridad de control y
contención de la Insurgencia. Aquí es necesario puntualizar que el termino
insurgencia, en el enfoque beligerante del paranoide gobierno yanqui, incluye
un amplio abanico que va desde la desobediencia social, la resistencia
antisistema, la globalofobia, la guerrilla rural y urbana, hasta las bandas armadas
de narco traficantes; todo eso incluido en una figura criminal susceptible de
persecución judicial, encarcelamiento acoso, asalto y exterminio. Esa es la
premisa de fondo de de la iniciativa Mérida, prohijada por el terrible Plan
Cóndor (en el Cono Sur), la Guerra sucia
en México y el Plan Colombia. Esa es la lógica que persigue la más reciente
licitación estadounidense para adquirir un sofisticado sistema electrónico de
geo seguridad para México, impulsada por el US
Bureau of International Narcotics and Law Enforcement Affairs, mismo que otorgará un contrato para
actualizar el sistema de vigilancia de 30 a 107 estaciones de monitoreo
satelital.
Todo lo anterior abona la hipótesis de que detrás de
las amenaza de persecución judicial a miembros prominentes del PRI está el puño
de hierro del imperio estadounidense. Y tal parece que en el ala copeteada de
la todavía triunfalista marea priísta, el cálculo de la preeminencia en las
preferencias electorales no incluyó el veto estadounidense. De modo que el dedo
flamígero yanqui pone a temblar a Quique Gaviotón y su séquito de aduladores los
cuales están permeados por la sombra de ilícitos que el imperio combate con
singular hipocresía. El golpe a los generales filo-priistas sólo se pudo
orquestar con el apoyo de los sistemas informativos de la inteligencia
estadounidense, lo mismo que los golpes mediáticos a Hank Rohn y al “chueco”.
Es sabido que el priismo tiene una cauda de cuentas pendientes con los
norteamericanos y es la hora en que el imperio cobrará las facturas para
imponer a un gobierno títere, como de hecho es vista la opción de Josefina
Vázquez Mota. En verdad que el panismo
ha sido la más efectiva apuesta estadounidense a la hora de imponer visiones
neocoloniales como la del combate al narcotráfico. Las taras de la candidata
panista, su ignorancia, su hueco nacionalismo, su estilo servil pro yanqui y su
fundamentalismo confesional, son
apreciados por el inquilino de la casa blanca como cualidades deseables de
gobiernos-ejecutores de segundo orden. Ante esta nueva perspectiva, el triunfo
“asegurado” del galán encopetado ya no es tan seguro y no es de extrañar que,
en los próximos días, su círculo cercano de pontífices o padrinos, se vea
acosado por las demandas extrajudiciales estadounidenses. Desde luego que la
posible declinación del gallo engaviotado, no asegurará por sí mismo el triunfo
de la viuda panista, ante el ascenso de AMLO como segunda fuerza electoral, lo
que hace fútil cualquier anticipación triunfalista. Por supuesto que aún queda
como recurso la guerra sucia, el atentado terrorista a cuenta del “crimen
organizado” y el fraude.
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