sábado, mayo 26, 2012

EL FRAUDE QUE VIENE



EL FRAUDE QUE VIENE
by Jorge Antonio Díaz Miranda
2012-05-26

“Cinco años de suplicio encerrado en una celda, mirando cómo la sangre joven era tomada como presa. Cinco años de una guerra no declarada, en que el Estado Fallido fue suplantado por el fragor de las armas… empero, dónde está ahora el recuerdo de las victimas, el peso de sesenta mil ausencias, para qué sirvieron los ríos de saliva y tinta de huecas promesas, si los que se fueron del mundo no volverán jamás. Los políticos son el diablo, parientes de los diablitos, que se gastan la lana del pueblo para hacerse pendejitos”        
    
Con Elba Esther Gordillo o sin ella, el fraude se hará porque es la única vía posible de perpetuar el felipato y su pesada cadena de políticas punitivas acordes con la visión del comando norte de los Estados Unidos. La propensión está dada como condición en varios puntos clave de la república mexicana, el divisionismo social, la militarización y la paramilitarización, que, en una  perspectiva más amplia, han redituado al Estado mexicano eficaces dispositivos de control, neutralización y desactivación de movimientos sociales. Además, la fórmula de manipulación más desigualdad social igual a fraude, heredada del priísmo, es una vía patentada de ingeniería electoral para hacer ganar a los seguros perdedores. El otro componente recientemente agregado es la técnica con la que se computan los votos de los mexicanos, que con sofisticados artilugios matemáticos pueden modificarse a voluntad de las muchas lagunas legales y las imperfecciones (intencionales o no) en el proceso de sistematización y recuento de los votos (Hildebrando habemus).  Por tanto, no es de extrañar el repunte de la violencia, la persecución judicial y sobre todo la conveniente desaparición del Estado en muchos puntos geográficos de la república mexicana, que catapulta la democracia a una zona de peligrosa inestabilidad, desequilibrio de fuerzas, inequidad, radicalización y enfrentamiento. Es la hora en que los peores vicios del sistema político mexicano afloran en una loca carrera por ver quien apila más vileza, ilegalidad y dinero. Pero aunque eso ocurra en los tres partidos principales, siempre será el Estado el que aporte el voto de hierro o el veto definitivo para imponer una sola visión del rumbo en el próximo sexenio. El presidencialismo no está muerto, pero esta vez, aún está indeciso si abre las puertas al dinosaurio o a la viuda rezandera. En ese póker de cartas marcadas, se contrapone una misma visión abusiva del poder que se diferencia sólo por el grado de hipocresía con la que se mira la paja en el ojo ajeno y se niega la viga en el propio. Todo está a punto y el fraude se llevará a cabo con la Gordillo o sin ella, aunque desde luego este personaje siniestro ya opera para quedar en posición de más provecho y poder.

Si en verdad queremos una real y verdadera democracia, lo que sigue deberá suceder sin contratiempo:
 Primero, Felipe Calderón debe renunciar a la presidencia de la república con todo su gabinete,
Segundo, el Estado debe sacar sus manos sangrientas y promover la neutralidad institucional,
Tercero, el ejército y la marina debe salir de las calles,
Cuarto, las televisoras deben renunciar al pago de su tiempo,
Quinto, el IFE debe prescindir de Leonardo para dejar en manos de los consejeros el manejo directo de las elecciones,
Sexto, el TRIFE debe renovarse por magistrados elegidos por ciudadanos ,
Séptimo, Elba Esther Gordillo debe dejar la secretaría general del SNTE y largarse a otro país,
Octavo, la jerarquía católica de someterse al estado laico y dejar se hacer proselitismo político a favor de cualquier partido político, y,   
Noveno: la policía federal debe ser desincorporada y sus mandos renunciar, reasignándole a sus efectivos tareas de vigilancia y prevención de la violencia, rolándolos cada tres meses de lugar, 
Décimo: los tres grandes partidos PRI, PAN y PRD, deben declinar a favor de una candidatura ciudadana, dejando fuera de esa figura a miembros de las élites financieras, religiosas, militares, políticas y empresariales.                    


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