lunes, diciembre 12, 2011

SALVEMOS WIRIKUTA

SITIO SAGRADO DE WIRIKUTA, 
LA SIERRA DE CATORCE AL FONDO,
DESIERTO DE CHIHUAHUA.

 
Jorge Antonio Díaz Miranda*
San Luis Potosí, México, 22 de noviembre de 2011.


A Wirikuta ha llegado la embestida de compañías mineras y agroindustriales, que viola las normas del Plan de Manejo del Área Natural Protegida, que incluye este corredor histórico – cultural del pueblo Wixárica (Huichol). El atropello de la cultura huichol por parte de los poderosos intereses industriales, lesiona de forma irreversible los derechos constitucionales de este pueblo, así como el bienestar ambiental, y, los usos y costumbres propios de su tradición.   

 Wirikuta es uno de los Sitios Sagrados más importantes de los Wixaritari (plural): de acuerdo con su cosmovisión onto-poética, es uno de los cinco puntos cardinales de donde emanaron los dioses y al que periódicamente se dirigen en peregrinación las distintas comunidades Wixárica, para realizar el rito iniciático denominado Jikuri en el que consumen el entéogeno cacto peyote (Lophophora) que crece a ras de tierra.

Organizaciones ambientalistas como Pronatura, World Wildlife Foundation, The Nature Conservancy, así como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), denominaron el Desierto Chihuahuense como un Complejo Ecorregional, por la gran biodiversdidad que presenta,  Wirikuta que  abarca la totalidad de la Sierra de Catorce, fue declarada Área Natural Protegida (ANP) en el año 1994. El santuario de Wirikuta  alberga el 70% de las 250 especies de aves y el 60% de mamíferos  que habitan dentro de toda la Ecorregión desértica chihuahuense, Por el horizonte cultural indígena vinculado y la biodiversidad que se aloja dentro de Wirikuta, la UNESCO le otorgó la distinción como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad.   

No obstante todos los reconocimientos internacionales, el gobierno mexicano ha refrendado 22 concesiones a las compañías canadienses First Magestic Silver Corporation y West Timmins Mining, para que, dentro del Sitio Sagrado Hiuchol, exploten yacimientos mineros de plata y oro. Esta lamentable imposición atenta directamente contra el núcleo cultural de uno de los pueblos indígenas más importantes de México, pues significa a corto plazo, la destrucción de Wirikuta. La concesión realizada por el gobierno mexicano se hizo sin consultar a  las comunidades Wixárica, violándose con ello la legislación internacional vinculante para México como el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (ratificado por México en el año 1990).

Los efectos nocivos de la arbitrariedad gubernamental-empresarial ya se empiezan a sentir en Wirikuta, con el estallido de conflictos sociales por la invasión de tierra, la especulación inmobiliaria y la ruptura del precario equilibrio de sustentabilidad para el desarrollo Humano.  La situación de las poblaciones marginadas, indígenas y mestizas, con pobreza alimentaria y patrimonial, se agravó con la disminución drástica del acceso a los pocos recursos de  agua, alimento,  servicios de salud, educación y empleo.  

Mientras estas líneas son escritas, viajan a la ciudad de México 200 comuneros Wixaritari para exigir al Presidente de la República que cancele las concesiones empresariales mineras y agroindustriales, En respuesta, el Gobierno Federal reforzó la presencia policiaca estatal con elementos de regiones militares cercanas, en un inequívoco gesto de criminalizar la protesta indígena.           *  Derechos de Autor ®

 

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