La pregunta ya no es dónde está Osama Bin Laden y ello habrá de agradecerlo a los Navy SEALs y su letal eficacia pues no hay duda de que dieron en el blanco del hombre más buscado del mundo de los últimos diez años. Frente a esta desconexión interrogativa emergen otras preguntas más interesantes, por ejemplo qui bono?. Desde luego el beneficio directo es para los halcones del pentágono estadounidense, los contratistas y las empresas militares proveedoras de material bélico, las grandes petroleras y las grandes familias asociadas Bush y Bin Laden. Los grandes perdedores son el resto de los países que se niegan a asumir la polaridad y el vacio jurídico en la que se funda esa nueva polaridad. El problema consiste en el tipo de justicia que se administra desde el asesinato sin haber demostrado certeramente la conexión Osama Bin Laden con los atentados del 11 de septiembre. Ojo, no estamos negando los indicios que apuntan hacia esa hipótesis, estamos cuestionando la forma en que se lleva a cabo un proceso sin participación de una corte internacional que evalúe las pruebas y determine responsabilidades en los distintos ámbitos de la ejecución y de la omisión, para que se llevaran a cabo esos atentados. Además, por supuesto, de elaborar un dictamen sobre la legalidad de una guerra que se desata contra un país como Irak sin haber encontrado las armas de destrucción masiva que a según los estadounidenses motivaron la coalición. Sin dejar de lado el martilleo contra Afganistán sin que se demostrara fehacientemente que el ex líder de Al Qaeda residiera en su territorio, encontrándolo a la postre en territorio de Pakistán. Por cierto, la ubicación de Bin Laden a partir de la información obtenida por la CIA a través de la tortura en las cárceles navales o bien en Guantánamo, Kandahar o Abhu Graib; coloca un lastre en la "justicia divina" que ensalza el presidente de los Estados Unidos, pues atenta contra los derechos humanos universales. Los rumores corren velozmente e incendian praderas periodísticas, y un escándalo tras otro van revelando las pifias de seguridad de la gran potencia estadounidense, por cierto, dónde están los culpables por las terribles omisiones en seguridad interna? hasta donde se sabe los Rumsfeld, los Cheney, los Bush, los Powel, siguen gozando de cabal salud y la libertad alucinante del American Dream Style. Pero en verdad, no hubiesen podido los Navy SEALs terminar la guerra en menos de seis meses descabezando directamente al líder de Al Qaeda en vez de dejar pasar un lustro de penas, vergüenzas y derrota internacional por tantos abusos, violaciones, sangre y tortura que lanzaron cual balde de estiércol sobre Irak y Afganistán?, la verdad es que creo que así pudo haber sido en lugar de la pobreza que nos rodea, la crisis económica inacabada y los conflictos que se ciernen para un futuro cercano. Qui Bono. La eliminación de Osama Bin Laden no fue una decisión militar, fue en todo caso una negociación política, entre El gobierno de los Estados Unidos y su socio Arabia Saudita. Una negociación que duró diez años pues había que sepultar tras engorrosos procedimientos burocráticos cualquier prueba fehaciente de encubrimiento, corrupción y omisiones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario