miércoles, abril 06, 2011

VELEIDADES DEL RAPAZUELO BANAL

El favorito de Elba Esther tiene predilección por la coprolalia onanista. Las recientes y no tan recientes declaraciones del señorito Alonso Lujambio son perlas brutas que renuncian a cualquier pretensión de tacto político y conocimiento de las precarias condiciones que pasan los connacionales, para decantarse en los lugares comunes de la bravuconería verbal que no trasciende. El empobrecimiento de la política nacional es tributaria de personajes como el Secretario de Educación Pública, de perfil intelectual obtuso, ignorante de la historia y personalidad ornamental que solo sirve para el rating televisivo. El señorito Lujambio pretende la silla presidencial y espera ser agraciado con el viejo dedo del ciego poder político, por ello coquetea con el SNTE Y la cúpula empresarial, además de tomar el pulso a las dominantes corrientes de notables blaquiazules; sus esfuerzos están encaminados a mostrar en incontables ocasiones su ignorancia en temas nucleares de la problemática mexicana y así convencer de que su opción de gobierno es la continuidad de la inoperancia foxista y calderónica. Por eso Don Lujambio piensa que es válido seguir transando con el SNTE, que la reforma educativa puede esperar o bien encausarse hacia una mayor neutralidad del magisterio, que la pobreza existe pero es marginal, que el crimen organizado se nutre solo de pobres, que la clase política de su partido es la única que puede salvar a este país y que la violencia comienza en los hogares de los pobres.

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