La mentalidad de los once de Aguirre no está diseñada para tener condiciones en contra. Es casi seguro que todos se habían planteado ir ganando cómodamente en el primer tiempo, con los Bafana Bafana viniendo de atrás desesperadamente, dejando grandes huecos por donde los arietes mexicanos harían incursiones y grandes estragos...pero no fue así. Desde los vestidores los once de Parreira plantearon su juego y las condiciones que privarían en el partido de apertura, cantando y bailando ascendieron a la cancha y cantando y bailando esperaron y observaron a un desaforado TRI que otra vez volvió a lucir sus peores galas: indecisión, abuso de la lateralidad, cero profundidad y velocidad desbocada sin orden ni propósito claro. Con menos juego y un esquema elemental los de Parreira definieron el ataque con velocidad, dominio del balón y contundencia para marcar el 1:0 que puso a temblar la política interna de Felipillo Calderón. Mientras que el juego de Aguirre lucia fundido, deslucido, acartonado y desubicado, con un vela extraviado, Salcido y Gio muy revolucionados, Osorio, Torrado y Juárez protestando por casi todo; el Know How era en el conjunto de México una notabilísima ausencia. Y la verdad los cambios del Vasco sirvieron para muy poco con Guardado como un peso muerto y Blanco ignorado por sus compañeros quienes sólo le dieron unos cuantos pases de cortesía..El gol de Márquez fue oxigeno puro para una selección en shock y a punto de la agonía, aunque los Babafana Bafana por poco y hacen de las suyas ante una defensa que hace agua por todos lados. Vienen Uruguay y Francia que aumentarán el riesgo de una caída mayor y vergonzante. Hoy ganaron los Bafana Bafana en el plano de la inteligencia y la motivación.
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