lunes, junio 28, 2010

LA DEBACLE DEL TRI ANTE ARGENTINA

Han pasado ya 24 horas después de que el tri de México perdió ante Argentina y las emociones se han apaciguado retornando la claridad. En primer lugar la debacle de los once de Aguirre estaba cantada en los distintos indicios de deficiencia e inoperancia que el tri mostraba previo a la copa del mundo y durante su participación en la primera ronda. Pero además la historia reciente y pasada -como ya lo hemos dicho en anteriores ocasiones- pone de manifiesto un desempeño inconsistente. Pero pasando por alto cualquier vaticinio justificado los hechos más recientes ponen a nuestro alcance serias anomalias en el preparación mental de los seleccionados. En efecto, no sólo se enfrentan once individuos contra otros once en un atávico duelo de caza y persecución, ataque y defensa., se enfrentan además dos formas de pensar, imaginar, enfocar y anticipar un resultado. Es cierto que en estas competencias internacionales el umbral de incertidumbre se multiplica de forma factorial incluyendo por supuesto los errores arbitrales... y es verdad que estos últimos pueden sentenciar la muerte anímica de un equipo como le pasó a Francia, Inglaterra y México. Pero el error, como todo profesional puede comprobar, es parte de la esfera de lo humano, y lo que cuenta es lo que viene después: cómo afrontas el error, cómo haces duelo y finalmente cómo te repones de ello; esos tres momentos en un lapso de tiempo corto. El tri del Vasco móstró, como en anteriores ocasiones, que no estaba preparado para los golpes rudos de la realidad y que su estructura de personalidad colectiva - que suma emoción,cognición y motivación- posee un pesado lastre de irascibilidad, ansiedad, desatención, desorganización, impulsividad y muchos defectos más. Los  fantasmas del pasado volvieron de la mano de un fuera de lugar que Maradona dirá que fue obra de Dios. La fantasmagoría se volvió penosa realidad y las preguntas de antaño se volvieron en contra de un seleccionador que está sujeto, aunque él no lo acepte, a la presión de los medios y los proxénetas empresariales que regentean el futbolitito nacional. Tomemos como ejemplo la presencia del Bofo Bautista, un jugador que en los últimos años se ha graduado en la molicie localista del desempeño sin disciplina ni consistencia...en un partido crítico que necesitaba la atención y la concentración del cuerpo técnico, éste se permite la veleidad de incluir a un jugador desencanchado que pasó como un turista displicente y sin tener un peso específico real. Solo México se permite ese tipo de regalías y modificaciones de última hora, como si no esperasemos la fuerza y la consistencia de una Argentina que tuvo en Tevés y Messi dos arietes que derrumabaron la precaria defensa mexicana. El error arbitral no explica por sí mismo la derrota, aunque sí agravó de fea forma todos los demás defectos tácticos y mentales que ya se venían presentando. Osorio regala un flan y Argentina no perdona, y luego, Tevés se hace presente y fulmina al conejo Pérez con un espectacular disparo que deja cimbrando la portería. El dejo de la derrota es un sabor amargo por todo eso que no se vió y eso que viéndose no venía al caso: las reclamaciones, la violencia, el desorden, la desatención y la anticipación de la derrota mucho antes de que terminará el juego porque el tri salta a la cancha en el segundo tiempo con una sombra de derrota. En esta nueva versión del TRI la tradición se repite como una historia llena de derrotas. Pero no obstante la desilución, sirva esta tremenda lección para que de una vez por todas el futbol mexicano recobre su independencia frente a intereses empresariales que lentifican, retrazan o detienen su desarrollo. Sirva también para que Aguirre aprenda lo que no debe ser un comportamiento del técnico con su equipo, cediendo a las presiones externas, empresariales y políticas, aplicando un ejemplo absurdo de psicología y liderazgo de empleado-patron. Sirva también esta amarga derrota para enfocar la importancia cultural de un deporte popular y construirlo desde ahí con una sana distancia de la polítiquería que todo lo quiere aprovechar en la reconstrucción de prótesis para su política manca, coja o ciega. Con todo y por encima de los enojos éste Tri si tuvo avances y es menester sosternerlos para no regresar atrás. Aún con el linchamiento de las televisoras que ensalzaron primero y luego lapidaron a Aguirre y a su oncena, creo que lo más sano es darle continuidad a un proyecto que no impulsó solo el vasco, también  la mano de Mario Carrillo se hizo presente en los avances futbolísticos. Y a ello se podría sumar las mejores ideas de un Lapuente o un Delatorre... en arás de dotar de consistencia y visión de largo alcance al TRI.    
Posdata. Lo positivo de esta derrota es que Felipín pinguïn ya no tiene tabla para seguir nadando de a muertito en medio del estrepitoso fracaso de su política interna, la cual se adornó recientemente de lecciones de impunidad y corrupción para proteger a socios y amigos.          

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