BY JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
2008
El multicitado accidente. Como adelantó la aviesa columna de este blog montuno, ninguno de los funcionarios del gobierno de Felipe Calderón se ha preocupado por establecer de manera seria las causas de un accidente largamente anunciado. El Secretario Téllez sigue en sus trece de que fue un accidente y nada más. El Presidente Felipe Calderón sigue ensimismado en un pesado silencio que dice más de lo que su locuaz Secretario de Comunicaciones y Transportes informa día con día. Eduardo Medina Mora dice que investiga algo sin explicar por qué y Genaro García Luna se mantiene oculto en la comodidad del segundo plano de ominosas bambalinas. Sin embargo la sombra de la sospecha sigue creciendo y todos tenemos la impresión de que muy tempranamente caerá por ordenes superiores el carpetazo o el ocultamiento de la información por 10 años alegando riesgo de seguridad nacional.
La sombra del pasado. La historia reciente de México desde el Salinato, posee registros precisos de similares atentados que han terminado por diluirse en los laberintos procesales burocratizados de los ministerios públicos de la PGR. Pero existe una línea común que conecta los asesinatos recientes de altos funcionarios del gobierno o políticos vinculados con el poder: Luis Donaldo Colosio, Mario Ruiz Massieu, Ramón Martín Huerta. Lo común de los casos citados es que el Estado no ha podido establecer explicaciones convincentes de cómo sucedieron los hechos y menos aún sostener con argumentos y evidencias sólidas la tesis de los asesinos solitarios confesos -por medio de tortura- que mantiene hasta la fecha en cárceles de alta seguridad.
El asalto del presente. Varios escenarios críticos se acumulan desde el patético gobierno de Fox y su Adelita VIP Martha Sahagún, el crecimiento del crimen organizado, las prácticas empresariales abusivas, la parálisis del crecimiento económico, la militarización de la vida pública, los tropiezos garrafales de la conducción del país y un largo etcétera de pifias inexcusables. Como fondo de todo lo anterior, la extendida corrupción de la clase política y la voracidad de algunos personajes como los hijos de la Sra. Martha, terminaron por desgastar y desacreditar la figura presidencial incluso más allá de ese sexenio accidentado. Esa fue la verdadera herencia del foxismo al gobierno calderónico, con el agravante del cinismo de un desbocado y delirante ex presidente que en cada foro público se ufana de su intervención directa en las elecciones del 2006 para que su predecesor ganará por un margen ínfimo y ellos a pesar de la intervención ilegal y abusiva del Consejo Coordinador Empresarial y las Televisoras.
El ejercicio de la ilegitimidad. El termino ilegitimo llega sin ser llamado cuando se hace un recuento de todas las acciones que Felipe Calderón ha realizado para sostener a sus amigos y aliados a contracorriente de un flujo de evidencias que los implican en prácticas de corrupción y redes fraudulentas. Ahí está su impresentable complicidad con Elba Esther Gordillo, su encubrimiento de la familia del desaparecido Juan Camilo Mouriño, ahí está su terquedad de sostener al Secretario de Seguridad Pública Gerardo García Luna con todo y las narcomantas que lo involucran en la protección de Cárteles y funcionarios corruptos. Ahí está su alianza con el gober precioso Mari Marín y el sobreviviente Ulises Ruiz. Ahí está su alianza con el PRI y con el sector entreguista del PRD.
La infalibilidad del poder con miopía selectiva. Es evidente que el gobierno posee distintos lentes para enfocar ciudadanos. Para empresarios y poderosos emplea gafas que lo hacen ciego a practicas de saqueo del erario público y a las reservas federales de divisas extranjeras, ciego para los abusos del patronato en contra de los trabajadores, ciego para las prácticas abusivas de los bancos en su persecución de clientes morosos. Para ciudadanos de segunda el gobierno de Calderolandía utiliza una poderosa lente de mira telescópica para ubicar rebeldes y sediciosos, un artefacto cercano al Panóptico de Michel Foucault cuya función es negar la realidad del pobrerío y presionar con todo el poder del Estado para que todo siga igual. Esta doble visión intrínsecamente excluyente produce el efecto de ubicar a los poderosos caídos en el altar de las víctimas y a los otros en el altar de maleantes que ya la debían.
La muerte conveniente de un ibérico incómodo. El contexto anterior es lo que rodea la extraña muerte de Juan Camilo Mouriño y del no menos significativo José Luis Santiago Vasconcelos. Aunque se demuestre que efectivamente una falla imprevista provocó el siniestro en el que perdieron la vida estos funcionarios, el mensaje de todas formas será en el sentido de una colosal debilidad del gobierno calderónico. Sea como sea, haiga sido como haiga sido, se trata ni más ni menos que de un golpe mortal a los planes del titular del gobierno federal que lo ha dejado noqueado, postrado e indefenso. Pero tal vez este costo sea menor al que hubiese tributado el conocer el contenido de las investigaciones realizadas por el gobierno de España a propósito de las supuestas operaciones de blanqueo de dinero que realizaba el empresario Manuel Carlos Mouriño Atanes padre del caído Ex-Secretario de Gobernación. Imágine Usted amable lector las patéticas explicaciones del Lic. Juan Camilo para negar lo que sería evidente: el balnqueo de dinero proveniente de fuentes no legales...imagine el rídiculo internacional de Felipe Calderón al poner al descubierto su complicidad con una red de tráfico de influencias y corrupción que ha traspasado las fronteras mexicanas. Por lo anterior, el deceso del ex secretario de gobernación haya sido una muerte conveniente sin mencionar, claro está, el cúmulo de cuestionamientos sobre tráfico de influencias en los contratos que su familia logró con PEMEX, lo cual, era una sombra que pesaba en la joven promesa del panismo extranjerizado-gallego VIP. Sin mencionar los nulos resultados que en materia de política interna deja como legado tristemente célebre el funcionario que se elevó a la muerte en las alas millonarias de un LearJet 45 XR. Volviendo a las acusaciones en contra de los Mourilo, el gobierno de Calderón ha sido cómplice por omisión intencional y encubrimiento a tal extremo que no ha dudado en hacer intervenir a la PGR para emprender un juicio de amparo en contra del IFAI. De todas formas y por el bien de la estabilidad social, Felipe Calderón está obligado a ventilar públicamente la información generada por el Reino de España de las operaciones financieras de la familia Mouriño.
Y los que siguen. Detrás de la silla del poder se libra una lucha sin cuartel por el control de jugosas plazas financieras en el narco, la explotación petrolera, la venta inmobiliaria de destinos turísticos y los fabulosos rescates bancarios que se ven venir con el desembarco de la crisis financiera mundial. Guerra fratricida que incluso hará intervenir desde la oscuridad poderes fácticos de inconfesables adscripciones criminales. De acuerdo a todos los indicios disponibles esta guerra ya comenzó y es claro el sentido de su escalada: primero altos mando de la policía federal, luego ejecuciones masivas entre bandos contrarios, atentados narcoterroristas contra civiles, militares y ahora -tal vez- altos funcionarios. ¿Quién sigue, legisladores o el mismo Presidente?
Siempre es lamentable la muerte, y más cuando las condiciones son trágicas, independientemente de las actividades que realizaran estas personas que sufrieron el “accidente”.
ResponderBorrarSiempre es lamentable la muerte, y más cuando las condiciones son trágicas, independientemente de las actividades que realizaran estas personas que sufrieron el “accidente”.
La pérdida es irreparable cuando les quitas todos sus títulos laborales (privilegios) y los conviertes en: Padres, hijos, esposos, hermanos, etc.
Después de leer tus artículos, y de escuchar los comentarios de persona que se dedican a los medios de comunicación aunada a la acción del Presidente, que jura y perjura en televisión nacional que fue un accidente y no un atentado, sin ni siquiera esperar el tiempo que es requerido para una investigación de la magnitud del evento, ya que parte de su equipo de trabajo perdió la vida.
No nos queda mas que sacar nuestras propias conclusiones, buenas o malas; acertadas o erróneas, pero conclusiones después de todo.
Tal vez pienses que tengo una mente demasiado perturbada pero para mi fue el presidente e que los mando a matar. (Se le estaban saliendo de las manos y atentaban contra sus intereses o compromisos, abra saber quien sabe con quien.
Ya que todo indica con la explicación de las características del avión que nos das, la seguridad que debieron tener estas personas y la manera tan limpia del accidente. O tal vez podría ser que estaban muertos desde antes del accidente.