BOCANADA
JORGE ANTONIO DÍAZ MIRANDA
2008
De todas las cosas que he junta´o pa´ quererte
sólo dos se salvan de mi profunda soledad
porque alguna vez el sol se ocultó de mis ojos
y el mar se trocó en lágrimas muy adentro
donde soy vulnerable y no puedo parar de llorar,
Sin duda algo he perdido y estoy perdiendo
en cada intercambio desigual
y todo lo que alguna vez creí incolúmne
hoy polvo elevado de nostalgia es
y a veces a golpe de insistir hasta los besos me saben a hiel,
Pero no seré yo quien impugne el amor
no lo negaré tres veces ni mil
sólo dos se salvan de mi profunda soledad
porque alguna vez el sol se ocultó de mis ojos
y el mar se trocó en lágrimas muy adentro
donde soy vulnerable y no puedo parar de llorar,
Sin duda algo he perdido y estoy perdiendo
en cada intercambio desigual
y todo lo que alguna vez creí incolúmne
hoy polvo elevado de nostalgia es
y a veces a golpe de insistir hasta los besos me saben a hiel,
Pero no seré yo quien impugne el amor
no lo negaré tres veces ni mil
aunque haya una puerta abierta en un rincón de mi
por donde la dicha no ha entrado
una herida abierta por donde mi corazón se desangra,
Hay algo que no ha dejado de llorar
la dicha, la belleza o la oscuridad
algo que se rebela en los sueños
algo suspendido fuera del tiempo
como una fotografía de dolor no resuelto,
Algo que sigue llamándonos de una distancia ígnota
de un tiempo sin tiempo
de un fuego extinguido
de una casa deshabitada donde aún pululan recuerdos
de palabras que ún siguen vivas sin la esperanza de ser dichas,
Un navío que se fué
y tu y yo viendo como se aleja
desde un muelle gris y un cielo agitado por relámpagos
como en un sueño de muerte
como en un sueño de amor que no pudo ser,
Y en la noche cuando las paredes murmuran el silencio
y un frío nos invade
y no puedes respirar
y las sombras parecen levantarse
desde el umbral llamando cosas desaparecidas,
En la noche
Un navío que se fué
desde el umbral
como en un sueño de muerte
y el mar se trocó en lágrimas muy adentro...para no calmarse nunca más.
por donde la dicha no ha entrado
una herida abierta por donde mi corazón se desangra,
Hay algo que no ha dejado de llorar
la dicha, la belleza o la oscuridad
algo que se rebela en los sueños
algo suspendido fuera del tiempo
como una fotografía de dolor no resuelto,
Algo que sigue llamándonos de una distancia ígnota
de un tiempo sin tiempo
de un fuego extinguido
de una casa deshabitada donde aún pululan recuerdos
de palabras que ún siguen vivas sin la esperanza de ser dichas,
Un navío que se fué
y tu y yo viendo como se aleja
desde un muelle gris y un cielo agitado por relámpagos
como en un sueño de muerte
como en un sueño de amor que no pudo ser,
Y en la noche cuando las paredes murmuran el silencio
y un frío nos invade
y no puedes respirar
y las sombras parecen levantarse
desde el umbral llamando cosas desaparecidas,
En la noche
Un navío que se fué
desde el umbral
como en un sueño de muerte
y el mar se trocó en lágrimas muy adentro...para no calmarse nunca más.
ESTA VEZ, TU POESÍA ME INCITA A HABLAR, MÁS QUE RECITAR, ME INDUCE A INTERPRETAR LO QUE SE OCULTA DETRÁS DE LOS VERSOS.
ResponderBorrarPERO DADA LA RADICAL SUBJETIVIDAD DE ESTA REFLEXIÓN, SE PUEDE PONER
EN DUDA SU “VERDAD”…
Tú dices:
“De todas las cosas que he junta´o pa´ quererte
sólo dos se salvan de mi profunda soledad”
Te ruego me expliques en la sintaxis de estas frases, en dónde buscar LAS DOS COSAS que has ¿junta’ pá querer? Es decir, ¿que has juntado para querer?
¿Hay que buscarlas en tus lágrimas o en tu vulnerabilidad?
Pero si te refieres a tu vulnerabilidad, puedo tratar de interpretar y tal vez aclarar algunas cosas. La vulnerabilidad de un ser, no parece tener relación con las debilidades que uno cree tener, sino lo que uno oculta a su ser mismo. Pese a la ceguera con la que nos topamos frente a nuestra vulnerable personalidad, los que nos ven o conocen, tienen en cambio, desde los primeros encuentros, una perspectiva clara de lo que somos.
Distinto es el caso de dos seres entroncados emocional y pasionalmente en una relación digamos de “amor”. Las perspectivas, entre personas que intercambian fluidos, cambian considerablemente y adquieren, como por arte de magia, distorsiones de la realidad, y, lo que a leguas está claro para los no involucrados, se vuelve un enredo muy peculiar para los que se encuentran “atrapados y sin salida” en la unión de cuerpo y alma. Sin embargo, este estar “adentro” no evita la confrontación con el raciocinio. He ahí la disonancia entre lo que somos y lo que aparecemos.
Por un lado, nuestra racionalidad nos invita a ser cuerdos, a llevar las cosas en paz, a tener las agallas para enfrentarse a estar o no estar, a ser o no ser, a entregarse o desentenderse. Por el otro, la VULNERABILIDAD (la otra cara de nuestro ser) acecha brutalmente, lo vulnerable se vuelve lo más perverso de nuestro existir, nos mata a fuego lento, nos aniquila con sus sutiles armas (la ignorancia emocional). Entonces ni somos, ni estamos, no hay entrega, ni hay olvido. Todo es a media…
¿Qué has perdido en tus intercambios desiguales?
Pienso que no se puede perder nada en donde no se siembra para cosechar…Y EN DÓNDE SEMBRASTE TAMPOCO HAS COSECHADO, PERO INSISTES EN SEMBRAR...
El polvo se eleva no por la nostalgia, sino por la inconsistencia, y la desesperanza más atroz se esconde detrás de cada triste beso.
Estamos de acuerdo que contradecir a un amor es simplemente vano, en esto reside su fortaleza, en su vacuidad, en su insolente dejarse ir, en su elocuente deseo de subsistir y sobrevivir, más allá del bien y del mal.
Vamos a tus versos sobre el dolor… dolor intenso y manifiesto, y a la vez oculto, que despierta ambigüedades que remiten a las heridas abiertas que no se pueden cerrar, creo son fotografías de tu ser que no cesa de inquirir por donde y en donde transitas.
Se asoman tus personajes favoritos: el sueño y la muerte, con sus pavorosos semblante de algo que no es, ni será, sólo humo en la lejanía…
Y el amor que no pudo ser, se ha trocado en llanto. Llanto primitivo. El llanto es tuyo, fuiste tú en creerle desde que lo conociste, y han pasado decenios. Y ahora crees que al no abandonarlo, lo sigues teniendo.
Es una pobre ilusión óptica, que te ofusca la visión real.
Y lo real también se está quedando atrás,
envuelto en este mar de niebla en el que navegas junto con tus visiones…
y todo ello será para ti “tu” siempre…
tu eternidad ahogada en las lágrimas de un amor que no fue.
ESTA ES SÓLO UNA “PICCOLISSIMA” REFLEXIÓN QUE SURGE DE TU POESÍA, PERO TE REPITO, NINGUNA VERDAD SE MIDE DESDE LA IRRACIONAL PRETENSIÓN DE INTERPRETAR LA POESÍA.
Con muito cariñho
Anushka Lucushca.