jueves, marzo 29, 2007

Nigrum est Singulatum

Nigrum est Singulatum
A Manuel Acuña,
Juan de Dios Peza
y Manuel José Othón

En la penuria inmensa de mi corazón abatido
Lejos estoy de todo consuelo
Pues la suerte adversa se ha ensañado conmigo

Y así me viste la última vez
Gallardo y firme,
el gesto fiero, la mirada desafiante,
y sin embargo
Esplendor agonizante de luz
Que declina ante el reino de la sombra

Destrozado y triste por dentro
Mejor sería arder de una vez
Que consumirse lentamente

Espectro viviente en la frontera de nadie
Condenado a olvidar y ser olvidado

Allá iré, a las montañas nubladas,
Entre bosques solitarios y profundos lagos
Desde la aura hasta el crepúsculo…
No espero volver

En la oscuridad que se junta
Con buril gravado, mi destino espera,
Vuelven del pasado parvadas siniestras

La herencia de las culpas
El asesinato de la inocencia,
La guerra entre lobos se anuncia

Soy el hermano gemelo de la desdicha
El desheredado, el mudo, el pálido ciego ermitaño,
Heraldo de la tempestad.
©Jorge Antonio Díaz Miranda
Cuernavaca Morelos, a 29 marzo de 2006

2 comentarios:

  1. Prícipe...que belleza de escrito,como me gusta.En ese alma entre sombras oscuras guardas preciosas letras que me encantará descubrir.
    Un beso
    Cristi

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  2. 09/04/07

    Mi Querido Poeta!


    Hasta el reino de las sombras es hermoso cuando escribes sobre él, pero tú no perteneces ahí.

    Solo me gustaría recordarte.

    Que todo ciclón tiene un vértice y en él, reina una atmósfera tensa, un silencio que aturde y una quietud donde se respira tragedia, pero no permanece en el mismo sitio por mucho tiempo, avanza y donde antes hubo quietud y silencio, se transforma en vientos destructores que dejan a su paso ruinas y desolación.


    Pero… Ya antes hemos vivido ráfagas violentas.

    Entonces… Es ahí…

    Donde el reino de las sombras huye al llegar la luz de sol por las mañanas.

    Donde nace la esperanza.

    Donde no nos asusta el porvenir incierto.

    Donde surge la transformación del hombre profano al hombre superior.

    Donde demostramos el temple.

    Donde la fuerza del mar puede ser un gran aliado.



    Bye.

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